Luis Tudanca: «Esto no es Madrid. Traer a Ayuso como modelo a Castilla y León no creo que sea lo mejor para Mañueco»

El candidato del PSOE a la presidencia castellano y leonesa asegura que la convocatoria electoral «no ha sido buena idea para el PP»

Luis Tudanca, el candidato del PSOE a la presidencia de Castilla y León, ganó las últimas elecciones autonómicas pero no gobernó porque Ciudadanos prefirió coaligarse con el PP. El aspirante llega ahora al 13-F con su partido más unido que nunca, aunque su empeño por revalidar la victoria de 2019 no se presenta fácil.

Es la primera vez que Castilla y León celebra sólo elecciones autonómicas. ¿Tendrá algún efecto esta novedad el 13-F?

Tiene efectos, sí. Por primera vez, tenemos el foco aquí, en una tierra invisibilizada durante mucho tiempo. Esto nos permite hablar sólo de Castilla y León. Y el foco también desnuda a los que han gobernado, que todo el mundo sepa lo que hay y lo que ha habido durante 35 años. Da la sensación de que el PP ha buscado una baja participación con una convocatoria irresponsable y repentina, en mitad de la pandemia, en invierno. Y parece que esa estrategia a los pocos días ya no les cuadraba. Creo que para el PP no ha sido una buena idea.

¿Están aprovechando los partidos esta oportunidad de la que habla?

Me parece que esto debe ser un antes y un después, queremos que Castilla y León tenga una voz propia. Ya está bien de que otros territorios nos miren por encima del hombro, eso se tiene que acabar. La campaña ha puesto de manifiesto el grave problema de los desequilibrios territoriales que tiene el país. No podemos vivir todos en Madrid, no podemos trabajar todos en Madrid, hay que reequilibrar en términos demográficos y de infraestructuras. La quiebra territorial y demográfica es terrible y está aquí, invisible para la política nacional.

El PSOE ha hecho mucha campaña en León, donde el leonesismo está muy fuerte. ¿Por qué en 40 años de ejercicio de la autonomía no se ha conseguido generar un mayor sentimiento de comunidad?

Es un sentimiento que hay que respetar, pero que tiene que ver con los 35 años de la gestión del PP. Nadie está contento. Nadie ha sentido que sus problemas hayan tenido una solución, el PP no se ha sentido responsable de lo que pasaba aquí, ha tratado de buscar enemigos o culpables fuera. Siempre digo que si Castilla y León fuera un país, no sobreviviría a las tensiones territoriales fruto de esos desequilibrios.

¿En qué cosas concretas resumiría los desequilibrios y esa sensación de abandono?

No hablamos de los mapas, hablamos de la gente que vive aquí, de la gente que se tiene que marchar. Más de la mitad de mis amigos de la infancia se han ido fuera a trabajar. Ésa es una quiebra emocional, sentimental y de futuro. Zamora y León serán las dos siguientes provincias de España que van a tener más pensionistas que población ocupada. Cinco de las diez provincias que más población pierden son de Castilla y León. El oeste tiene un problema terrible. Hay un desequilibrio entre el mundo rural y el urbano, pero también pierden población las ciudades.

No parece que sea fácil la solución a este problema. ¿No cree que prometer tanto puede producir frustración en esos lugares?

No es fácil, ni hay varitas mágicas. Pero la excusa del PP de que el problema es general, global, planetario… ya está bien. Si un Gobierno autonómico no se cree capaz de poner soluciones, no te presentes. No es una plaga bíblica, es difícil por supuesto, pero cuanto más tiempo consolidemos ese modelo económico, peor. Mientras Castilla y León perdía 200.0000 habitantes desde 1987, Castilla-La Mancha ganaba y Aragón también. Hacen falta proyectos de investigación, planes tecnológicos, centros de formación profesional comarcales de nuevos sectores. Hace falta ambición. El PP lleva 30 años prometiendo la digitalización. Hay que salir del círculo vicioso: como cada vez hay menos gente, recortamos los servicios públicos; y con menos servicios públicos, cada vez habrá menos gente. Vamos a reabrir los consultorios médicos. Y esta vez tenemos dinero, tenemos los fondos europeos, que son la última oportunidad de Castilla y León.

A pesar de este panorama tan negro que pinta, el PP ha gobernado aquí siempre. No sé qué explicación le encuentran ustedes.

Las explicaciones que hubiere, saltaron por los aires en 2019. Ganamos claramente, con el PP con el peor resultado de la historia.

Entonces muchos votos del PP se fueron a Ciudadanos, pero ahora los puede recuperar.

Bueno, fíjese, yo decía que lo primero que teníamos que creer es que era posible, y lo logramos. Teníamos que tener buenos gobiernos municipales con los que la gente se sienta identificada. Teníamos que apostar por Castilla y León. Yo pude irme a sitios más cómodos, marcharme cuando perdimos el Gobierno, y aposté por esta comunidad.

Eso lo valora mucho su partido. Que se quedara como líder de la oposición.

Pero sobre todo lo valora la gente, esta tierra no puede considerarse de paso, ni ser utilizada para otros fines. Por eso me parece que la gente va a castigar a Mañueco por su convocatoria irresponsable, por utilizar a Castilla y León para sus intereses electorales. Ellos han elegido el momento y ahora parece que se muestran sorprendidos…

¿Le sorprende el crecimiento de Vox?

Es por el efecto contagio que sufre el PP. La gente vota al original y no a la copia. Me desconcierta ver al PP tan indistinguible de Vox. No es bueno para el PP ni para Castilla y León, aquí siempre hubo un PP moderado con el que se podía llegar a acuerdos.

¿Fernández Mañueco no es moderado?

Yo con el señor Herrera firmé cuatro acuerdos. Mañueco ha roto el diálogo social y ha incumplido el pacto de reconstrucción que firmamos. Por eso le doy tanta importancia a la palabra. Déjeme presumir de cómo somos en esta tierra. Hay una cultura del acuerdo aquí.

¿La polémica de las macrogranjas ha perjudicado a su campaña?

Creo que fue un boomerang. El PP estaba de acuerdo con nuestro modelo social agrario. La polémica tuvo que ver con la competición con Vox en el mundo rural. Han convertido la política agrícola y ganadera en una parodia. La Castilla y León que han intentado pintar, el medio rural que han intentado fotografiar, no existe. Esto no es un escenario de las películas en blanco y negro de los años 50. La gente se ha sentido ofendida. Aquí el campo es muy innovador. Han desaparecido explotaciones agrarias y eso es culpa del Gobierno, que no ha cuidado al campo. Como en tantas otras cosas, me da la sensación de que los votantes del PP no se sienten identificados con esa estrategia.

Insisten ustedes en denunciar la corrupción, que ya no parece que pase factura al PP. Y menos en Castilla y León.

Mañueco quiere presentar la corrupción como cosa del pasado. Hombre, lleva toda la vida con cargos en el PP. Él estaba ahí. Los casos de corrupción han sido en Castilla y León no sólo un problema ético, y de decencia, sino de desarrollo. Le han robado muchas oportunidades a esta tierra. Ha habido empresarios que han declarado en sede judicial que no invertían aquí porque les pedían mordidas. Y eso ha supuesto menos riqueza y menos inversiones.

El ex presidente Zapatero y usted dicen que al PP le tiemblan las piernas porque en las encuestas se está desfondando. ¿Lo ven realmente así? Sigue por delante en los sondeos.

Realmente, a nosotros no nos ha sorprendido. Las encuestas de hace dos meses no reflejaban el escenario real. Ya sucedió en 2019, no había ninguna encuesta que diera ganador al Partido Socialista, pero se veía, se palpaba esa pulsión de cambio. Mucha gente que votó a otras fuerzas políticas ya sabe que no hay otra mayoría distinta a la del PSOE. Puede haber muchos que vuelvan con la bandera del cambio…

Se refiere a Ciudadanos.

A Ciudadanos y a cualquier otro, ya hemos visto los experimentos. Ciudadanos se presentó en 2019 diciendo que no perpetuaría un régimen de 35 años, y ahora dice al PP sí, pero sin Mañueco. Se pelean por colgarse las medallas de un Gobierno que ellos han destrozado. Han generado una inestabilidad política sin precedentes, en una tierra poco dada a la crispación y a los aspavientos. Hace tres meses estaban dándose abrazos, el señor Igea estaba contestando las preguntas que hacíamos en las Cortes sobre corrupción para proteger al señor Mañueco. Cosas veredes.

Las candidaturas de la llamada España vaciada se han volcado en estas elecciones. ¿Qué papel les augura usted en las elecciones del domingo?

Me parece que es una enorme oportunidad que se hable de esa España vaciada, la llamemos como la llamemos. Yo le reconozco a esas plataformas el mérito de visibilizar el problema. Pero esto va de cambio, no nos gusta eso que se dice: negociaré con quien sea y lo que sea. Nosotros no negociaremos derechos y libertades de nadie a cambio de un kilómetro de autovía.

¿La gestión del Gobierno de coalición beneficia o perjudica al PSOE en Castilla y León?

Nunca jamás esconderé lo que somos: el Partido Socialista de Castilla y León. La gestión es beneficiosa para las personas de esta tierra, para los pensionistas y los parados. Pero es que además el Gobierno ha aprobado proyectos para Castilla y León: Montelarreina en Zamora, el centro de formación profesional en Segovia, el museo de la fotografía en Soria, el centro de competencias digitales en Miranda. Mientras que el PP no ha traído ni un proyecto.

¿Cree que una campaña centrada en la crítica a Pedro Sánchez no dará réditos aquí al PP como se los dio en las elecciones de la Comunidad de Madrid?

Esto no es Madrid. De hecho, tenemos intereses incompatibles. Traer a Ayuso como modelo de lo que hace, que es una competencia fiscal y económica desleal con Castilla y León, llevarse nuestras empresas y llevarse a nuestros jóvenes, no creo que sea lo mejor para Mañueco. Él sabrá, pero me parece que defiende una política perjudicial para Castilla y León. Me acuerdo de unas palabras de Juan Vicente Herrera: «Entre los de arriba y los de abajo me dejan sin recursos». Cómo han cambiado las cosas…