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Entrevista a Luis Tudanca en La Vanguardia. 17/01/2022

por PSOE de Castilla y León

“El ansia de cambio es ahora mucho mayor”

A la tercera, confía en que vaya la vencida. Luis Tudanca (Burgos, 1978) se presenta por tercera vez como candidato del PSOE a la presidencia de la Junta de Castilla y León, con un hito en su haber. En las elecciones de mayo del 2019, el líder socialista en la comunidad más extensa de España alcanzó la primera posición, lo que el PSOE no conseguía desde 1983. El pacto entre el PP y Ciudadanos, no obstante, le impidió gobernar.

Bandera de decencia

“Hay casos muy graves de corrupción, por los que a esta tierra se la llamaba Sicilia y León”

¿La tercera oportunidad, este 13-F, será la definitiva?

 

Si no lo pensara, no me presentaría. El PSOE demostró que aquello que todo el mundo daba por hecho que no iba a suceder, que era ganar de forma clara y amplia en Castilla y León después de tanto tiempo, era posible. Dos años y medio después, aquel ansia de cambio no sólo sigue vigente, sino que es mucho mayor. Estoy convencido de que esa oportunidad histórica ahora va a fraguar. Vamos a lograr no solo volver a ganar, pero necesitamos una mayoría más amplia, para que no haya tentaciones por parte de nadie de volver a defraudar las expectativas de cambio.

Esgrime la bandera de la decencia. ¿Acusa al presidente Alfonso Fernández Mañueco de pretender tapar con el 13-F los casos de corrupción que salpican al PP?

Sí, pero este asunto viene de lejos. Quien fuera vicepresidente de la Junta, Jesús Merino, ya fue condenado por la trama Gürtel. Y todos los nuevos casos de corrupción ya están judicializados. En la trama Eólica, el juez solicita penas de 138 años y 848 millones de euros de multa. Es una de las tramas de corrupción más grandes que se conocen en toda España. Son casos muy graves por los que los empresarios, a los que les reclamaban mordidas, llamaban a esta tierra Sicilia y León. Se trata de decencia, ética y limpieza democrática. Pero también de un desarrollo hurtado a la comunidad que más población pierde y que más desequilibrios tiene. Eso es lo que quiero cambiar.

¿Mañueco pretende repetir el efecto Ayuso en Madrid y revalidar el cargo deshaciéndose de un socio incómodo como Cs?

Ni esto es Madrid, ni Mañueco es Ayuso. Pero el PP tiene competencia en la extrema derecha con Vox, y no garantizó la estabilidad en el momento en el que más la necesitamos. La convocatoria electoral se llevó por delante un gobierno y unos presupuestos cuando nos jugamos la llegada de fondos europeos. No puede garantizar estabilidad quien la dinamitó. El modelo no es exportable, pero es tan irresponsable que estoy seguro que no tendrán recompensa. Todo lo contrario.

El 13-F tiene trascendencia para el nuevo ciclo electoral en España. Tras Madrid, y antes de Andalucía, Pablo Casado lo ve como una nueva estación en su viaje hacia la Moncloa.

Lo tiene crudo, suceda lo que suceda. Pero eso pone de manifiesto otras de las razones reales para la convocatoria electoral: Mañueco ofreció a los castellanos y a los leoneses como si fueran una ofrenda en el tablero de juegos de poder del PP. Eso me indigna, porque después de mucho tiempo invisibilizados por las políticas de la derecha, merecemos que se escuche la voz de Castilla y León. Queremos que se hable de Castilla y León­, no de las ambiciones de Casado o de sus peleas con Ayuso.

Pedro Sánchez estará muy presente en la campaña. ¿Es un activo electoral en este territorio?

Sin duda alguna. Solo en este último año se logró aprobar una reforma laboral y se revalorizaron de nuevo las pensiones que congeló el PP a los 600.000 pensionistas de Castilla y León. Se dieron ayudas a los 140.000 trabajadores en ERTE durante la pandemia. Por tanto, se demostró que se podía salir de la crisis de forma muy diferente. Sánchez ha hecho más para afrontar el reto demográfico en Castilla y León que cualquier otra medida puesta en marcha por el PP en estos 35 años.

La cita electoral llega rodeada por una polémica por las declaraciones sobre las macrogranjas del ministro de Consumo, Alberto Garzón, que aprovecha el PP y que a usted no le beneficia.

Ni me beneficia ni me perjudica. Garzón fue inoportuno, sus declaraciones sembraron dudas. Y el PP lo aprovechó porque no quiere que se hable de la corrupción, o de la Sanidad y de lo mal que está en el medio rural, donde es más fácil abrir una macrogranja que un consultorio médico. El PSOE defiende un modelo social y agrario que habla de las pequeñas y medianas explotaciones, que son las que fijan población, son sostenibles y compatibles con otras actividades como el turismo. Ver a dirigentes del PP descubrir ahora el campo y hacerse fotos en granjas como si no hubiera un mañana es una falta de respeto para un sector que en el último año perdió 18.000 cotizantes y en los últimos cinco vio cómo se cerraban 10.000 explotaciones agrarias.

¿Teme que el auge de Vox pueda blindar un gobierno del PP si se confirma el desmoronamiento de Cs en las encuestas?

Veremos los resultados del 13-F, pero me preocupa Vox como fenómeno. Me aterroriza que con todo descaro sea capaz de mantener un discurso que ataca los derechos y libertades de mujeres, inmigrantes, el colectivo LGTBI o cualquiera que no piense como ellos. Y me preocupa que se normalice la posibilidad de que Vox decida y participe en gobiernos porque, si el PP necesita a Vox para mantenerse en el poder, pactará. Ya sucedió en el Ayuntamiento de Palencia.

Otra novedad del 13-F es la irrupción de candidaturas de la España Vaciada. ¿Surgen porque ni PSOE ni PP dieron respuesta a los problemas de despoblación y aislamiento de estas provincias?

Entiendo y comparto el hastío de parte de la población en una tierra que, desde que gobierna el PP, perdió un 7,5% de habitantes mientras, en el mismo periodo, España creció un 22%. Pero Castilla-La Mancha creció un 23% y Aragón un 10%. Es un problema que en este territorio afecta como en ningún otro. Hay una sensación de abandono, de agravio y de enormes desequilibrios. Pero todo el que quiera aportar para cambiar las cosas es bienvenido. Estoy dispuesto a dialogar, pactar y llegar a acuerdos que garanticen la estabilidad con todos aquellos que quieran cambio.

¿Qué opina de la política de diálogo de Pedro Sánchez en Catalunya y de la demanda de un referéndum de Pere Aragonès?

Es cierto que este país tiene problemas graves, pero en Castilla y León estamos un poco hartos. Nos interesa muy poco el tráfico en la Castellana o cuánto nieva en Madrid, o que se hable todo el tiempo de lo que necesitan otros territorios como Catalunya o cualquier otro. Ahora bien, siempre me va a parecer bien el diálogo dentro de la ley. Y no vamos a defender nunca la celebración de un referéndum en Catalunya para votar la independencia. Pero hay que volver al diálogo institucional y hay que reducir la quiebra social y política que se produjo entre catalanes. Los que defienden la independencia y los muchos que no.

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