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Entrevista a Luis Tudanca en el Diario de Castilla y León – El Mundo – 17/01/2021

por PSOE de Castilla y León

CONVERSACIONES POLÍTICA CON LUIS TUDANCA

«Ahora la Junta ha perdido el rumbo, toma decisiones de forma errática, precipitadas y sin consenso con nadie»

Secretario general del Partido Socialista de Castilla y León y portavoz del grupo socialista en las Cortes
No salva prácticamente a nadie del  Gobierno de la Junta, excepción hecha de la forma de actuar y el talente de los consejeros de Fomento y Medio Ambiente y de Agricultura, pero Luis Tudanca (Burgos, 1978) deja claro que ahora no es el momento de hablar de nada que no sea acabar con la pandemia y, mucho menos, de una moción de censura. «Yo no me planteo absolutamente nada que haga tambalearse a un Gobierno, que debe dedicar todos sus esfuerzos en luchar contra la pandemia», puntualiza.

Pregunta.- Estamos en la tercera ola de la pandemia. ¿Qué le parece la gestión de la Junta y la adopción de medidas y restricciones que está tomando?

Respuesta.- Lo primero; es verdad que estamos en la tercera ola, que la situación está siendo dramática. Y sí estoy preocupado, por primera vez, probablemente, en toda la pandemia, por la gestión de la Junta. Desde el principio, nosotros hemos hecho todo lo posible por ayudarles. Creo que en los primeros meses, además, esta Comunidad fue ejemplar, por parte de todos, en el ambiente político, en la colaboración, en la información, en la transparencia… Pero sí tengo la sensación de que ahora la Junta ha perdido el rumbo y toma decisiones de forma errática, precipitada, sin consenso con nadie, y sobre todo sin ayudas a los sectores afectados, y eso me preocupa en lo que afecta a los ciudadanos.

«Fue Mañueco el que dijo que había que salvar la Navidad; de aquellos polvos, estos lodos»

P.- ¿Qué le parece que el Ministerio de Sanidad no atienda las peticiones de las comunidades para poder adelantar el toque de queda y Castilla y León haya tomado la decisión unilateral de decretarlo desde las ocho de la tarde?

R.- El problema es la deslealtad de la Junta de Castilla y León, delseñor Mañueco y del señor Igea y del Partido Popular. Ahora están pidiendo que se hagan cosas que ellos han podido hacer antes y negaron. Unas medidas que estaban contempladas en el primer decreto de alarma que tuvo que derogarse, entre otras cosas, porque la derecha, el PP, el señor Casado llamaba dictador a Pedro Sánchez por restringir los derechos fundamentales de los españoles, por el toque de queda, por el confinamiento domiciliario. Fue Mañueco quien dijo que había que salvar la Navidad, fue él quien decidió relajar al máximo las medidas durante la Navidad. Han sido ellos los que han generado un absoluto caos e incertidumbre durante las últimas semanas anunciando y aprobando medidas contradictorias e incoherentes cada dos días. Son ellos quienes el viernes, con una absoluta deslealtad, sin informar y pactar esta medida con el Gobierno de España, engañando a los ayuntamientos y a la oposición, aprobaron una medida de dudoso encaje legal. Sabiendo como saben que en Castilla y León nadie hemos hecho batalla de las medidas para luchar contra el coronavirus. Que hemos sido responsables y leales con la Junta. Pero, es imposible con ellos. No devuelven ni una pizca de la lealtad que todos estamos teniendo con la Junta. En todo caso, el ministro ya ha afirmado, en una actitud afortunadamente mucho más dialogante y conciliadora que la que tienen el PP y los señores Igea y Mañueco, que está dispuesto a escuchar, cómo no. Pero yo le dije al señor Mañueco dos cosas: una, espero que al primero que haya llamado para convencerles que apoye estas medidas es al señor Casado; y segundo, cualquier medida de restricción en nuestra Comunidad tiene que venir acompañada ya, de forma urgente, con medidas de apoyo, con ayudas directas a los sectores. Da la sensación de que Mañueco, como Ayuso, está tratando de generar conflicto para tapar su incompetencia.

P.– La hostelería es el sector económico más golpeado. ¿Está de acuerdo con el cierre decretado de forma repentina?

R.- Yo no voy a contribuir, no lo hemos hecho nunca, a la ceremonia de la confusión en la que se han instalado ahora con la adopción de medidas. Nosotros hemos apoyado siempre, porque hemos mantenido, desde el principio hasta el final, que lo primero es proteger la salud. Que lo primero es proteger la vida de las personas, y que estamos en una situación de pandemia en la que hay que tomar medidas excepcionales. Ahora bien, lo que nos es muy difícil ya es ayudar a quien no se deja, y apoyar unas medidas que ya ni siquiera la Junta de Castilla y León sabe cuáles son. Mañueco e Igea ya no saben. A la gente ahí fuera le preguntamos y nadie sabe cuáles son las medidas actualmente en vigor, porque parecen improvisadas. Sólo en diez días, el martes anunció una propuesta la consejera de Sanidad. Por la tarde fue desmentida. Dos días después, el señor Mañueco anunció unas medidas después de un Consejo de Gobierno. Por la tarde, rectificó. El fin de semana hizo una entrevista en la que pedía prudencia a la hora de tomar nuevas decisiones, y el lunes, de forma precipitada, anuncia el cierre de la hostelería en toda la Comunidad, que se publica en un Boletín Oficial a las doce de la noche. Y todo esto, insisto, sin consenso, sin contar con los afectados, sin dejarles tiempo para planificar, y sin ayudas. Nosotros decimos: medidas de restricción, sí. Ordenadas, planificadas, habladas antes con los sectores, y acompañadas de ayudas. Los hosteleros pueden entender que son uno de los sectores que está pasando dificultades. Ahora bien,  lo que no entienden, lo que yo no entiendo, es que se les deje abandonados. Es que la única administración que no les ha dado ninguna ayuda es la Junta. Los ayuntamientos están haciendo esfuerzos ímprobos. El Gobierno de España está pagando los Ertes, prestación a autónomos, cuotas a la Seguridad Social… ¿Y la Junta? Lo que nosotros pedimos son certezas, seguridad, planificación, consenso, y ayudas a la hostelería y a otros sectores: al comercio, a los gimnasios…

P.- ¿Qué le parece cuando dice la consejera, el otro día en una entrevista en la televisión, que las medidas en Navidad se relajaron porque ‘si no, los hosteleros nos matan’? 

R.- Lo cierto es que fue el señor Mañueco el que dijo en noviembre que había que adoptar medidas para salvar la Navidad. Es que ahora no nos podemos llevar las manos a la cabeza, porque fue la Junta la que decidió, además, que en Navidad fuéramos una de las comunidades con las medidas más laxas. Y de aquellos polvos, estos lodos. Lo he dicho también públicamente: es que da la sensación de que las medidas ya no tienen criterios objetivos, en ellas ya no prima proteger la salud, sino que prima ahorrarse las ayudas. Da la sensación, por esas declaraciones de la consejera, y por las declaraciones del señor Mañueco, que restringir o no la actividad, en algunos sectores, tiene más que ver con que no les maten, con ahorrarse las ayudas, que con criterios sanitarios.

P.- Pero al Gobierno central también se le achaca que falta un plan de choque para la hostelería y el turismo. Un plan claro, que ayude, porque esto va más allá de una Comunidad.

R.- Sí, nosotros hemos pedido también, y lo he dicho públicamente, que todas las administraciones tienen que hacer un esfuerzo adicional. Tienen que seguir haciendo un esfuerzo adicional. Pero por comparar, porque en esto del nadie nos ayuda o todos son iguales se escudan siempre los incompetentes, en el último debate en las Cortes pusimos un ejemplo de las ayudas que ha recibido, reales, un autónomo en Castilla y León, en la hostelería. Menos del 5% de las ayudas que había recibido son de la Junta. El resto eran de ayuntamientos o del Gobierno de España. El Gobierno, insisto, está pagando sólo en Castilla y León más de mil millones de euros en prestaciones a trabajadores en Erte; en prestaciones extraordinarias a los trabajadores autónomos que se han visto obligados a cerrar su negocio; ha condonado, digamos, las cuotas a la Seguridad Social; los ayuntamientos están dando ayudas extraordinarias para el pago de alquileres, de suministros, la condonación de las tasas de las terrazas, etcétera… No es comparable. Todo el mundo está haciendo un esfuerzo sobrehumano, pero la Junta no. ¿Es suficiente por parte de todas las administraciones? No, porque cualquiera que hable con quien tenga una tienda, quien tenga un bar, un restaurante, sabe que las están pasando canutas, que está siendo una situación dificilísima. Ahora se trata de aguantar este golpe para que el día que acabe la pandemia, que esperemos que ya estemos en la recta final, no nos encontremos con que gran parte del tejido productivo ha desaparecido. Por eso ese plan extraordinario. Por eso nosotros les dijimos en noviembre, sabiendo que venía la segunda ola, que vendría una tercera, un plan de choque de ayudas directas de 40 millones. Un cheque resistencia a los pequeños autónomos y pymes. Oiga, cada semana que esté cerrado el negocio una cantidad entre 150 y 300 euros. Un decreto para repartir los costes de alquiler de los locales, entre propietarios, arrendatarios y administración. Todo medidas que están funcionando en otras comunidades. Nos han dicho que no. En el Presupuesto de la Comunidad no hay ni una medida concreta, ni para hostelería, ni para comercio, ni para el sector cultural, que es otra industria que genera empleo y que está absolutamente paralizada. El Gobierno le ha dado en el año 2020 mil millones de euros, 997 millones, a la Junta, para que afrontara los gastos extraordinarios del Covid. Y uno se pregunta: ¿Dónde están, si la Junta recibe recursos extraordinarios y nadie está recibiendo sus ayudas. ¿Cómo está gestionando esto el señor Mañueco?

«Da la sensación de que Mañueco, como Ayuso, está tratando de generar conflicto para tapar su incompetencia»

P.- ¿Y toda esta situación que habla usted de imprevisión, de falta de rigor, de espontaneidad, de descoordinación, a qué lo achaca dentro de la Junta?

R.- Primero, he de reconocer que me entristece y me frustra mucho, porque sí pensé que teníamos una oportunidad de demostrar que en una situación tan dramática, en una pandemia, teníamos que estar todos unidos, y de verdad que hemos hecho todos los esfuerzos posibles por ayudarles. Yo pensé que la Junta, que el señor Mañueco, iba a coger esa mano tendida, y aprovecharla. Creo que no ha habido presidente de Comunidad que lo haya tenido tan fácil, que haya tenido el apoyo unánime de oposición, de sindicatos y empresarios, e incluso la comprensión –entiéndaseme la expresión–, de los medios de comunicación, para ayudar a que esto saliera adelante. Y lo ha dilapidado. Honestamente creo que es fruto, también, de la división que hay en el Gobierno y de haberse dejado llevar por ese estilo desquiciado del señor Igea, que es el que verdaderamente toma las decisiones. Fíjese que da la sensación que se intentó vender la última comparecencia del señor Mañueco como una muestra de liderazgo y de que era él el que había ganado el pulso dentro del Gobierno, sobre qué camino seguir, de las dos opciones que había, y ese pulso lo ha ganado tres días. Tres días le ha durado esa pírrica victoria sobre por dónde llevar el Gobierno de Castilla y León. De nuevo se volvió a las decisiones impuestas, las decisiones radicales, las decisiones sin premeditación y sin planificación. Creo que ese tándem Mañueco-Igea está haciendo muchísimo daño a esta Comunidad y están estropeando todo lo que tocan.

P.- Mañueco siempre, en sus comparecencias cuando habla de las medidas restrictivas, dice que ha informado a los líderes de la oposición, y evidentemente a usted. Cuando le informa, ¿usted qué dice? ¿Asiente directamente? ¿Dice sí o esto no o hágalo de esta manera?

R.- Ahí ha habido varias fases, insisto. Los primeros meses hablamos mucho. Conversamos mucho. Les trasladamos muchas propuestas, muchas ideas sobre cosas prácticas que nos trasladaban desde los sectores. No hubo ninguna respuesta. Lo único que logramos forjar fue, finalmente, el pacto por la reconstrucción, que me parece que sí fue un ejemplo en toda España, y que lamentablemente han dilapidado porque muchas de las cosas que supuestamente nos aceptaron, luego no las han cumplido, no las han puesto en marcha. Luego hubo otra fase de absoluto silencio, de incomunicación. Ya no nos contaban absolutamente nada, y ahora hemos pasado a una tercera fase en la que sí, efectivamente, cinco minutos antes de hacer públicas las decisiones, nos las comunican. Yo lo agradezco. Es verdad que prefiero eso que enterarme por los medios de comunicación una vez son públicas, pero ese es todo el cauce de comunicación que tiene la Junta con la oposición, con el grupo mayoritario en las Cortes de Castilla y León. Una mera comunicación formal minutos antes de que las decisiones sean públicas. Pero he perdido toda esperanza, lamentablemente, y de verdad que lo lamento, de que escuchen alguna de las propuestas que hacemos.

P.- Usted dijo que no volvería a acordar nada con Mañueco, porque no tenía palabra. ¿Hay posibilidades de reconducir ese diálogo? Lo digo porque en una entrevista con este periódico la semana pasada Mañueco dijo que les iba a llamar para intentar una postura común en los fondos europeos.

R.- Es muy fácil: Que cumpla todo lo que debe. Uno, cuando tiene deudas y quiere que le den un crédito en el banco, primero tiene que pagar lo que debe, ¿verdad? Bueno, pues si el señor Mañueco quiere recuperar el crédito perdido, tiene que cumplir todas las promesas, todos los acuerdos firmados que ha hecho en apenas un año no sólo con nosotros. Es que no es sólo que incumpla la palabra y el acuerdo firmado con el Partido Socialista. No, no, si a mí me da igual. Yo no necesito que el señor Mañueco me atienda más o me atienda menos, no. Necesito que cumpla con la gente de esta tierra. Pacto por la reconstrucción: incumplido. Acuerdo de las 35 horas con los empleados públicos: incumplido. Acuerdos del Diálogo Social: incumplidos. Promesas a los sanitarios: incumplidas. Por tanto, ¿quieres nuevos acuerdos? Cumple los que ya tienes firmados de la primera hasta la última coma y seguiremos hablando en interés de Castilla y León siempre. No soy yo el que tiene que demostrar que es capaz de llegar a acuerdos y cumplirlos. Llegué a acuerdos con Herrera y los respetamos y los cumplimos. El problema es que el señor Mañueco no tiene palabra. No tiene credibilidad ninguna con ningún sector: ni con los hosteleros, ni con los sanitarios, ni con el Diálogo Social, ni con la oposición…, absolutamente con nadie. Y así es imposible, porque sin credibilidad y sin cumplir la palabra dada no se puede hacer política. Es imposible. Fondos europeos, recibimos una invitación de reunión para hablar de fondos europeos con el señor Mañueco. Resulta que cuando nos convocó, él ya había mandado el documento de estrategia sobre fondos europeos al Gobierno. No lo había hablado con nadie. Esa no es la manera de pactar nada con nadie, con imposición.

P.- ¿No cree que el Gobierno está perjudicando a Castilla y León en el reparto de esos fondos y sería necesaria esta postura común?

R.- La postura común en materia de financiación autonómica está firmada. Por cierto, ese acuerdo sobre financiación autonómica en Castilla y León incluía también, firmado por el señor Herrera y por mí, la armonización fiscal. En ese acuerdo se hablaba de que comunidades como el País Vasco y Madrid compiten deslealmente con Castilla y León y, a la hora de repartir fondos, se tiene que tener también en cuenta aquellas comunidades que hacen regalos fiscales y luego le piden más dinero al Estado. El señor Mañueco también en esto ha cambiado de posición. Esa primera parte de fondos europeos se ha repartido con los mismos criterios que Europa nos los repartió a nosotros. Con los mismos, que estaban pactados en una Conferencia de Presidentes en octubre. Desde octubre ya sabía la Comunidad, esta y todas las demás, cómo se iba a repartir eso. Y tercero, fíjense la hipocresía, que son exactamente los mismos criterios que ha utilizado la Junta con su plan de empleo para repartirlo a los ayuntamientos. Los mismos. No pueden decir una cosa y la contraria. Yo sigo defendiendo lo mismo. Se lo he dicho al presidente de la Junta y se lo he dicho al presidente del Gobierno: hay que primar a las regiones de la España vacía, hay que primar la lucha contra la despoblación. Sin ninguna duda.

P.- Quizás no es el momento en plena pandemia, pero ¿se plantea, una vez acabada la pandemia, con lo que está usted diciendo del Gobierno, dar un paso más allá? Siendo ese paso una posible moción de censura.

R.- Como usted empezaba diciendo, no es el momento, no entra en mis pensamientos, no he hecho desde el inicio de la pandemia absolutamente nada que provocara una mayor inestabilidad en Castilla y León. Es cierto que, cuanto más tiempo pasa, más convencido estoy de que es el propio Gobierno el que genera inestabilidad. No hay día, no hay semana en la que del propio Gobierno no salga ruido, enfado de sectores, medidas que perjudican a la gente… Es así. Parece que son ellos los que están empeñados en generar ruido, en generar inestabilidad en el peor momento posible para nuestra gente. Estamos centrados sólo en tratar de ayudar. ¿Me gustaría que las cosas fueran de otra manera, que hubiera otro Gobierno en Castilla y León? Claro. Honestamente, humildemente, creo que no a mí, lo querían los castellanos y los leoneses. Pero no, ahora no es el momento. Y en todo caso, para que hubiera en un momento dado un cambio antes de las próximas elecciones, tiene que haber una mayoría suficiente, y esa pelota está más en el tejado de Ciudadanos que en el nuestro. Yo no me planteo absolutamente nada que haga tambalearse a un Gobierno, insisto, que debe dedicar todos sus esfuerzos en luchar contra la pandemia. Y nosotros seguimos dispuestos a ayudar. Pero en fin, Ciudadanos también se tendrá que plantear qué quiere ser de mayor, si quiere acabar desapareciendo dentro del Partido Popular, si quiere seguir preso de un portavoz del Gobierno y un vicepresidente que… Yo cuando leí que el señor Casado contrataba al señor Rivera, lo primero que pensé es que no era el primero de Ciudadanos que estaba a sueldo del Partido Popular. Antes ya estaba el señor Igea, ¿no? Ellos sabrán. A mí me preocupa que hoy, además, no haya un Gobierno de coalición. Que haya un Gobierno, o sea…, no hay dos partidos en el Gobierno. Esto lo ha dicho también el señor Mañueco. Ya, ya, eso ya lo sabemos todos: sólo hay uno, y el señor Mañueco y el señor Igea abrazados el uno al otro.

«Ciudadanos se tendrá que plantear qué quiere ser de mayor, si quiere acabar desapareciendo en el PP»

P.- O sea, que usted se resigna a que esto siga así hasta 2023. Si llega esto a 2023, ¿volverá a intentarlo en 2023?

R.- No, yo no me resigno nunca. No me he resignado nunca a que esta Comunidad tenga el cambio que se merece y que la gente votó. Nuestra obligación, mi responsabilidad, mi ilusión, sigue siendo que en esta Comunidad haya el cambio que necesita, de forma imperiosa, cada vez de forma más urgente, Castilla y León. De momento tenemos 35 escaños, seguimos teniendo el respaldo mayoritario de los castellanos y los leoneses y vamos a luchar porque ese cambio se produzca. Ahora, hoy la única prioridad, la única, la única, es la lucha contra la pandemia. No hay otra. No puede haber otra por parte de ningún responsable político en esta Comunidad. No debería.

P.- ¿En su mente, en sus adentros, más allá de la respuesta de los congresos y los militantes, está seguir en esta tierra y volver a ser candidato en 2023, aunque quede medio mandato?

R.- Reitero que no estoy pensando en eso. No, no lo hago. De verdad, la gente está sufriendo tanto… No podemos olvidar nunca, de verdad, que venimos de una crisis de diez años que ya nos dejó muy golpeados y que ahora está habiendo otra casi sin haber sacado la cabeza. Hay mucha gente fuera que las está pasando canutas. Entonces, me parece que no podemos perder esfuerzos. Ahora, y no quiero eludir la pregunta, si mis compañeros quieren, yo en su día abandoné responsabilidades más cómodas para venir aquí, cuando esto era mucho más difícil que ahora para ser candidato del Partido Socialista y ser secretario general. Yo, hoy por hoy, me siento con las suficientes ganas, ambición, ilusión, para seguir peleando por esto. Pero no va a depender de mí. Es que me creo, de verdad, me creo eso de las primarias. Si mis compañeros quieren, yo sigo dispuesto a seguir luchando por el cambio de Castilla y León ahora y en 2023.

P.- ¿Cómo valora que la consejera invite a todo el mundo a autoconfinarse cuando resulta que saltan brotes diarios en los hospitales, que debían ser los lugares más pertrechados contra la pandemia? Por no hablar de las residencias que han salido brotes con gente vacunada y se ha ido al traste todo el trabajo de vacunación.

R.- Es cierto que la vacuna es una esperanza. Por eso hay que ser muy escrupuloso con la vacuna. A mí me parece que merecería la pena que esta Comunidad, como han hecho muchas otras, haga público su plan de vacunación. Que sepamos cuál es el plan, los plazos, los colectivos y que seguimos sin saber. También convendría que no sembraran sospechas inútiles con esto, porque ya le he escuchado al señor Mañueco varias veces eso de: «Ponemos vacunas tan rápido como podemos, pero a ver si el Gobierno no suministra más». Como Ayuso, a ver si sembramos la duda. Me parece, bajo mi punto de vista, con el proceso de vacunación, cuanto más responsables seamos y más tranquilos seamos, y menos generemos ninguna alarma, mejor para el conjunto de la población.

«Me siento con  ganas y dispuesto a seguir luchando por el cambio de Castilla y León, ahora y en 2023»

P.- No parece muy ejemplarizante que el rigor que exige semanalmente la consejera de Sanidad con lo que está pasando, insisto, en los puntos esenciales. ¿Por qué? Porque debilita el sistema sanitario y además son uno de los puntos de propagación.

R.- Y eso que gran parte de la atención sanitaria no está viendo a pacientes. Me sorprendió mucho  cuando le escuché a la señora consejera diciendo que una de las causas por las que ahora estamos en estos índices de contagio, y sobre todo de la gravedad de los casos que llegaban a los hospitales, es porque la gente no había ido al médico. Y yo me estaba preguntando: ¿Pero la señora consejera se acuerda de que es ella la que ha decidido que no se atienda presencialmente la sanidad? Que es que ahora uno no puede ir a ver al médico, no vas. Tú tienes que pelear para que telefónicamente, y ya veremos en cuántos días, alguien te llame por teléfono para ver qué tal estás. Este es el sistema que han establecido en la Junta. Por tanto, achacar al ciudadano que ahora vamos al médico por debajo de nuestras posibilidades me pareció tremendo. Yo sigo defendiendo que no tener presencialidad en la Atención Primaria, cerrar los consultorios médicos en el medio rural, ha tenido un efecto en prevención, vigilancia y seguimiento de la pandemia. En la pandemia y en muchas otras patologías no Covid que no se están atendiendo, de ninguna de las maneras. Que están empeorando gravemente y que cuando empeoran acaban yendo al hospital colapsando el sistema hospitalario que necesitamos para hacer frente al Covid.

P.- Pero esa es la tesis y la convicción de la consejera con el plan de Aliste… Su modelo es ese.

R.- Sí. Además, ya reconoció la nueva portavoz de Cs en Castilla y León que el plan Aliste sigue vigente, desde el principio hasta el final. A mí me sorprenden dos cosas. Una, bueno una no me sorprende, ya lo sabíamos, por eso hemos comprobado con estupor que todo el trabajo que estábamos intentando hacer para volver a hablar de qué medidas hacen falta para reformar el sistema sanitario, no valían para nada, porque el Gobierno autonómico quería implantar el plan Aliste. Y van a implantar el plan Aliste con pandemia, sin pandemia, con pacto, sin pacto sanitario, sin hacer caso en las propuestas absolutamente a nadie, en fin. Lo que sí me sorprende es la anuencia cómplice y silenciosa, una vez más, del señor Mañueco y del PP. Porque ni la señora consejera, ni el señor Igea, ni Cs tienen ni la más remota idea de cómo es el medio rural de Castilla y León. No lo saben, y les da igual. Pero el PP sí. El PP sí sabe el daño qué puede hacer el plan Aliste a la sanidad rural de Castilla y León y a la despoblación galopante que ya sufren estas zonas.

P.- Ahora que habla de despoblación, en aquellas cien medidas del pacto PP-Cs uno de los ejes fundamentales, digo fundamentales por la importancia que tiene en esta Comunidad, es el tema de la lacra de la despoblación. Se comprometieron a un comité de expertos, ahora todo se soluciona con comités de expertos…

R.- Bueno, este era grupo de trabajo, perdón…

P.- Un grupo de trabajo invisible y que después de un año iba a ofrecer un diagnóstico.

R.- ¿Pero qué diagnóstico…?

P.- No se sabe ni de comité de expertos, ni nada, y ha pasado año y medio…

R.- En realidad aquel pacto tenía que ver con mantener los sillones. Bueno, unos los sillones y otros sillitas, en palabras de Arrimadas. Todo lo demás les importaba poco. Claro, que la única medida en materia de despoblación, que es, como bien dice, el gran reto de esta Comunidad, fuera crear un grupo de trabajo… Hombre, ¿otra vez? Grupos de trabajo, de expertos, agendas, libros blancos…, así llevan 35 años.

P.- Olvida el Banco de Pensadores.

R- Ah, el Banco de Pensadores, también… Bueno, bien, año y medio después, nada. Lo único que tenemos es un consejero de todo, también del reto demográfico. La Consejería de Transparencia, Reto Demográfico, ¿qué más? Ordenación del Territorio, Memoria Histórica y Acción Exterior. 30 millones para todo eso. Treinta millones para toda esa Consejería, incluido el personal. No hay más. La nada más absoluta. Y mientras, cada año, desangrándonos, desangrándonos y desangrándonos. Nosotros hemos propuesto en los Presupuestos una enmienda de 80 millones, casi triplica el presupuesto de la Consejería, para hacer medidas prácticas de lucha contra la despoblación; otro fondo de 50 millones de euros que tiene que ver con corregir los desequilibrios territoriales, que las dos cosas están muy enlazadas esta Comunidad. Si no somos capaces de reducir los desequilibrios territoriales tampoco vamos a ser capaces de frenar la sangría demográfica, esto es así. Pero bueno, que están muy contentos porque llevan un año y medio más gobernando esta Comunidad…

P.- Una cosa es predicar y otra dar trigo. Un  proyecto concreto, además suyo, del PSOE de Castilla y León, es Monte la Reina, en Zamora. ¿Cómo está lo de Monte la Reina, más allá del proyecto de año y pico que lleva?

R.- Vamos a ver, es la primera vez en la historia que un Gobierno de España se implica en la lucha contra la despoblación en Castilla y León, y ya era hora. Defiendo que el mayor problema territorial que tiene este país es ese, no es Cataluña, no es el País Vasco, es la fuerza centrípeta que tiene Madrid, que todo lo absorbe y que ha hecho que este país al final sólo tenga desarrollo en el País Vasco, en Levante y en Madrid. Nada más. Y que gran parte de este país, sobre todo la España interior, sobre todo la España vacía, sobre todo Castilla y León, se ha quedado fuera de todo el desarrollo. Que tiene que ver también con condicionantes históricos y todo lo que queramos, pero eso hay que corregirlo. Y eso tiene que ser una política de país. Y más allá de proyectos concretos, tiene que ver también con el cambio de los centros de poder y de toma de decisiones, y la descentralización administrativa, y la descentralización política. Monte la Reina no es un proyecto específico concreto para Zamora, tiene que ver con la descentralización de los centros administrativos, que salgan de Madrid, que se instalen además allí familias. Pero Monte la Reina va a ser una realidad y desde luego nosotros nos vamos a dejar el alma.

«Mañueco e Igea, no piensan que somos ciudadanos, piensan que somos súbditos»

P.- ¿Y cuándo va a ser una realidad?

R.- Estamos hablando de unos terrenos que estaban abandonados, que se quisieron utilizar para especular, que estuvieron a punto de venderse. Entiéndame, no estamos hablando de una infraestructura física, hablamos que tiene que ver con la defensa…

P.- Pero algún horizonte habrá: cuatro años, cinco...

R.- De verdad, no me voy a comprometer. Yo en estas cosas no comprometo plazos, porque sé lo complicadas y lo complejas que son. Ahora, ¿que Monte la Reina va a ser y debe ser una realidad? Sí. ¿Que me gustaría que en todo esto participara la Comunidad, lo hiciéramos con consenso, que esto no fuera una batalla política? Me parece que no debería ser una batalla política, que deberían estar implicados los ayuntamientos afectados, que debería estar la Diputación de Zamora, la Junta y el Gobierno de España.

P.- ¿La pandemia va a acentuar todavía más los desequilibrios territoriales en Castilla y León?

R.- Todas las crisis lo hacen. Dentro de Castilla y León, que yo siempre lo he dicho, hay desequilibrios que si esto fuera un país, hacía tiempo que lo hubieran hecho saltar por los aires. Las diferencias de renta, de desarrollo, de industria, de empleo, entre algunas provincias y otras, y dentro de las provincias también, entre unas zonas y otras, no hay comparación posible en toda España. Y ahí hay que hacer un esfuerzo. Bueno, hay que hacer política. Es que no ha habido política en estos últimos 40 años que procurara un desarrollo territorial más armónico en Castilla y León. No la ha habido.

P.- En la pandemia, el sector que está sufriendo mucho, y que es esencial, que es el turismo, por todo lo que irradia el turismo: muchísima riqueza y economía en esta Comunidad. ¿Qué le parece que la Consejería del ramo ni esté ni se la espere?

R.- ¿Hay Consejería de Turismo?

P.- Y de Cultura.

R.- Ah, es verdad, que lleva Cultura también… El turismo tiene además una virtualidad, que es que fija población. Muchas iniciativas turísticas es de lo poco que no nos pueden deslocalizar. Nadie nos puede quitar nuestro patrimonio natural, artístico, histórico, el deporte, y es verdad que somos una potencia en materia de turismo de interior. Pero vivimos de las rentas, uno tiene la sensación de que aquí todo sucede sin intervención del Gobierno. Cuando las cosas van algo mejor, bien, pero cuando vienen mal dadas, como en esta pandemia, pues en fin, tampoco nadie recuerda una sola iniciativa de la Consejería de Turismo y Cultura en toda la legislatura. Antes y después de la pandemia. Yo siempre pongo el mismo ejemplo con respecto a al sector turístico: y a ver si esto ya se soluciona, una vez más, tarde, pero una vez más, porque el Gobierno de España se ha remangado para lograr que haya cobertura de banda ancha en todo el territorio. Porque aquí siempre lo decíamos: ¿Qué empresa turística, qué casa rural, qué industria de cualquier tipo se va a asentar en un pueblo si no puede tener una página web o una central de reservas porque no hay cobertura, porque no hay internet? Eso pasa. Ni siquiera eso han logrado solucionar.

P.- ¿Por qué cree que Cs está empeñado en dinamitar el modelo de Diálogo Social de Castilla y León? ¿O cree que no sólo es Cs, sino que el PP también participa?

R.- Bueno… Reconozco que a veces cuesta, ¿no? Fruto de esto que hablábamos al principio, de cuál era la situación de caos en el Gobierno, ya uno no sabe las fronteras entre Cs, el PP, Igea y Mañueco. Están difuminadas. Ya no se sabe si todo lo que dice Mañueco es del PP, si el PP piensa lo que dice Mañueco o si Igea y Ciudadanos representan lo mismo. Son los cuatro en la misma coctelera los que están provocando esta situación. Pero da igual; el resultado es que el presidente ahora mismo es Mañueco y Mañueco es el presidente del Consejo del Diálogo Social. Es él, no el señor Igea ni la señora Amigo. Ni Ciudadanos. No, no: el señor Mañueco. El Diálogo Social es de las mejores cosas que hemos construido entre todos, es de las pocas cosas que nunca jamás ha estado en discusión en esta Comunidad. Nunca. Y ahora es un ataque furibundo con un odio cerval hacia los sindicatos fundamentalmente, pero también hacia los empresarios, hacia todo movimiento de la sociedad civil. Furibundo, de verdad. Y es la demostración palmaria de que el señor Mañueco ni manda, ni pinta, ni se le espera. Cada vez que dice que el Diálogo Social está blindado, le dan otro hachazo. Mire, a mí me da igual. La consejera de Empleo e Industria es la consejera de Empleo e Industria del Gobierno de Mañueco. El señor Igea, vicepresidente y portavoz, es vicepresidente y portavoz del Gobierno de Mañueco. El señor Mañueco es el presidente del Consejo de Diálogo Social y tiene que parar esto ya. Porque, además, el Diálogo Social, que siempre es importante, si lo es en algún momento es en las épocas de crisis. Tiene que coger las riendas ya y tiene que parar este ataque permanente al Diálogo Social. Porque es cómplice. Sea quien sea el que se quiere cargar el Diálogo Social y, desde luego en el Gobierno hay quien quiere cargárselo, el responsable es el señor Mañueco. Como se lo permita Mañueco, como les demos tiempo, se van a cargar muchas más cosas que el Diálogo Social. Tiene que ver con un estilo, con una forma de gobernar. Esto tiene que ver también con una manera de entender la política. Hace poco me contaba un alcalde de una capital de provincia de Castilla y León que, de repente, un día que había habido una buena sintonía, lo mismo que contaba yo antes, que hubo meses de una buena sintonía y que se hablaba… Pero en cuanto tienes una discusión que les llevas una vez la contraria, se acabó. Eres el enemigo, y hay que acabar contigo con todos los medios a su alcance. Esta es la manera de conducirse del Gobierno de Castilla y León. Y con el Diálogo Social les ha pasado eso. En cuanto no han dicho amén a todo, porque el señor Mañueco y el señor Igea,no piensan que somos ciudadanos, piensan que somos súbditos y que tenemos que asentir a todo lo que dicen, y no puede haber ni la más mínima crítica. Yo he dejado de ser la leal y responsable oposición al que se ponía de ejemplo en toda España, a un radical irresponsable. Esta Comunidad nunca ha sido de enormes conflictos hasta esta legislatura.

P.- Por acabar. ¿Usted cree que la actual consejera de Sanidad es la persona idónea para gestionar esta crisis sanitaria?

R.- Sinceramente, no sé si la responsabilidad es solo suya. Bueno, sí lo sé: no lo es. Las decisiones son colegiadas. Desde que el decreto de alarma se aprobó en la segunda vuelta, el responsable, el que tiene la autoridad delegada, es el señor Mañueco, el que toma las decisiones es él, vuelvo a repetir. Que se implante o no el plan Aliste es responsabilidad de Mañueco, no de la señora Casado. Que se tomen o no unas medidas de restricción en la lucha contra la pandemia es responsabilidad del señor Mañueco, no de la señora Casado. Que se recupere la atención presencial y se reabran los consultorios médicos en el medio rural, eso lo firmó Mañueco conmigo en el pacto de reconstrucción, no la señora Casado. Por tanto… No sé, es que ser presidente como el señor Mañueco puede serlo cualquiera. No toma ninguna decisión, siempre pone de escudo humano al señor Igea. Se lo dije y lo repetiré, se lo dije en el Debate del Estado de la Comunidad, son el tándem perfecto: el uno que no se mete en ningún charco y el otro que los pisa todos.

P.- Pero parece que les va bien, por lo que se ve.

R.- Me da igual cómo les vaya a ellos mientras le vaya mal a los castellanos y los leoneses. El problema es que me da la sensación de que a ellos también les da igual. Mientras a ellos les vaya bien les da igual cómo le vaya a esta tierra.

P.- Y en ese panorama tan decadente que pinta de la gestión del Gobierno de Castilla y León, ¿no se salva ningún departamento?

R.- Lo he dicho públicamente. Me parece que la gestión de la nevada y de la emergencia del temporal, por parte del consejero de Fomento, ha sido la que tiene que ser: discreto, eficaz, en colaboración con la Delegación del Gobierno, informando  a la oposición permanentemente… Eso ha funcionado bien. Sin embargo hay algunos consejeros que no se sabe ni quiénes son. En materia agraria, en esta Comunidad seguimos adoleciendo de falta de proyecto propio, de política agraria propia, sin duda. Pero es verdad que el consejero tiene un talante que facilita también el diálogo, que está en contacto con las organizaciones profesionales agrarias, y por ejemplo, hemos seguido manteniendo posiciones de Comunidad en las Cortes que vienen también de la pasada legislatura, definiendo los intereses de esta tierra, a veces en contra del Gobierno de España.

P.- Fíjese que ha medio elogiado a dos consejeros que quiso vetar Igea.

R.- No, pues no era premeditado… Pero bueno, conociendo al señor Igea, suele pasar todo lo contrario de lo que dice, y hacer todo lo contrario de lo que promete, como el señor Mañueco.

P.- ¿Lo dice por experiencia?

R.- Fue él el que dijo que no iba a ser presidente Mañueco, que no iba a ser consejero el señor Quiñones… Yo ahora estoy mucho más tranquilo, porque como dice que yo no voy a ser presidente, lo veo cada vez más cerca.

P.- ¿Cree que el ministro Illa debería dejar de ser ministro… Igual que ustedes dijeron que Pilar del Olmo, cuando fue candidata, debía dejar de ser consejera en la Junta?

R.- A mí me parece que con Illa, aprovecho para decirlo, hemos tenido la tremenda suerte de tener un ministro como él durante esta pandemia. De verdad, por gestión y por talante. Ahora, ¿me parece bueno que esa situación se alargue en esa doble condición de ministro y de candidato? No. No me parece bueno. Me parece que en cuanto se convoquen… El drama que vivimos ahora mismo es que precisamente ahora, en esa extraña confluencia de intereses que parece haber entre los independentistas y la derecha de este país, ahora los independentistas pueden jugar con dilatar la convocatoria electoral precisamente porque están preocupados por el efecto que Illa pueda tener allí. Por tanto, vamos a esperar a ver cuándo convocan, y en función de eso, desde luego en cuanto estemos en un escenario electoral, creo que no es bueno que el ministro siga un minuto más de lo necesario.

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