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Entrevista de Luis Tudanca en el Norte de Castilla: «La despoblación no es una plaga bíblica, es la consecuencia de un tipo de política»

por PSOE de Castilla y León

l socialista augura que el Gobierno de Sánchez «le va a venir bien a Castilla y León» y que el de Rajoy le deja el listón muy bajo en la región
Optimismo, alegría, entusiasmo, decencia y oxígeno en la política. Eso es lo que le transmiten a Luis Tudanca (Burgos, 1978) las primeras decisiones de Pedro Sánchez tras su llegada a La Moncloa. «Llevamos siete años durísimos, cada una de las decisiones que ha tomado Mariano Rajoy ha sido un castigo para Castilla y León», remarca el secretario general del PSOE de Castilla y León y candidato, por segunda vez, a presidir la Junta en 2019. Asegura que incluso la ministra que más recelos genera en la comunidad, la de Transición Energética y Cambio Climático, dará a los municipios mineros una solución real y realista a la «cruda realidad» que, dice, deja Rajoy: apenas 500 mineros, minas cerradas y las eléctricas anunciando el cierre de las centrales térmicas. «Eso lo ha hecho un Gobierno del PP, no del PSOE», remarca.

-¿Le ha sorprendido la composición del Consejo de Ministros? ¿La poca presencia de castellanos y leoneses perjudica a la región?

-Creo que hay el doble que los que había. Había una ministra (habla solo de Isabel García Tejerina) y no sirvió de mucho. Lo importante es que se ha formado un Gobierno indiscutible, con talento, con compromiso social, con solvencia y eso le va a venir bien a Castilla y León.

-Ahora es fácil apostar por un ganador, pero usted estuvo al lado de Pedro Sánchez en los peores momentos. ¿Qué lección sacó de esos meses en los que parecía que velaban a un político finiquitado?

-Que hacer lo que te dictan tus convicciones acaba pillándote en el lado adecuado. Que hay que hacer las cosas en política por principios.

-La corrupción ha liquidado a Mariano Rajoy y dice usted que Castilla y León está en el epicentro del mapa de la corrupción. Eso pone a Herrera a la altura de Camps, Matas, Zaplana o Aguirre, ¿es un diagnóstico equilibrado?

-Hay una foto en el famoso congreso del PP de Valencia, en un yate, con Rita Barberá, Mariano Rajoy, Esperanza Aguirre, Francisco Camps, Jaume Matas y Juan Vicente Herrera. Esa es la foto del PP que ha manchado las instituciones, que se desmorona. En esta comunidad tenemos a dos vicepresidentes de la Junta condenados por corrupción. El último, el señor Jesús Merino, en la misma trama que se ha llevado por delante al PP por financiación ilegal, por la ‘Caja B’, porque su presidente mintió en los tribunales… Merino fue el que le dio el testigo a Herrera y a Mañueco. Es el mismo PP. Lo han dicho empresarios, que cuando venían aquí a invertir les pedían mordidas. Eso lastra la economía.

«Hay empresarios que han declarado que aquí les pedían mordidas. Eso es corrupción y lastra la economía»

-Despoblación y mejora de la financiación autonómica son las prioridades más urgentes. ¿Qué puede esperar Castilla y León del nuevo Gobierno?

-Es capital la Estrategia Nacional contra la Despoblación que el Gobierno de Rajoy había prometido hace año y medio. Hemos perdido miles y miles de habitantes. Y en financiación autonómica, hace siete años que gobierna el PP. Pero hay muchas más… Cuencas mineras, servicios públicos, privatizaciones sanitarias… No hay ni un solo problema de los que teníamos en Castilla y León en 2011, cuando llegó Rajoy, que se haya resuelto. Ni uno.

El futuro del carbón
-¿Será Pedro Sánchez quien certifique la defunción del carbón y de las térmicas? ¿Cómo ve el futuro de las cuencas mineras?

-Cuando Herrera llegó a la Junta había 5.500 mineros en León y Palencia; cuando llego Rajoy, en 2011, había 3.500,y hoy hay menos de 500. Hay que buscar alternativas y salvar lo que queda del carbón. Eso va a pasar. Acabo de colgar (en conversación telefónica) a la ministra de Transición Energética y Cambio Climático. Es muy consciente de que el primer objetivo es pensar en la gente que vive en las cuencas y vamos a darles soluciones reales.

-¿Qué receta tiene para luchar contra la despoblación y rejuvenecer el padrón de Castilla y León?

-La despoblación no es una plaga bíblica, no es un castigo divino frente al que no se puede hacer nada, es la consecuencia de unas políticas. ¿Es exclusiva de Castilla y León? No lo es, pero aquí es más grave. ¿Cómo se ataja? Con empleo y servicio públicos, no recortando en sanidad, garantizando el transporte en zonas rurales, que haya banda ancha en todos lo municipios para que se instalen negocios…

«Herrera dejará una comunidad más pequeña en población y sin voz en España»

-Para todo eso hace falta una financiación adecuada, ¿atenderá la ministra Montero las necesidades de la comunidad?

-El presidente y la consejera de Castilla y León han manifestado su optimismo, lo que me hace pensar que la actitud del anterior Gobierno y el anterior ministro era muy perjudicial. El Gobierno de Pedro Sánchez ha hecho más en esta semana por abrir la puerta a la reforma de la financiación que el anterior en los últimos siete años y va a tener en cuenta, porque así lo ha dicho el presidente, el envejecimiento, la dispersión y la despoblación.

-El peso que la Ley Electoral da a los nacionalistas vascos y catalanes hace decisivos sus escaños en gobiernos en minorías y eso se traduce en inversiones y fondos.

-El peso no se lo otorga la ley electoral, son los votos de los ciudadanos… Estos debates sobre el peso de los nacionalistas se producen cuando el PSOE gobierna…

-… Lo ha habido con el PP.

-El PP pactó con Esquerra Republicana la presidencia del Congreso y no hubo mucho ruido, ha pactado miles de millones de euros con el PNV para garantizar su estabilidad y no parecía muy mal…

-Pero sí ha habido críticas sobre el bautizado como el ‘cuponazo’.

-Lo utilizó Ciudadanos contra el PP haciéndole probar de su medicina y luego votó a favor del presupuesto que contenía el cupo. Nosotros vamos a pelear para que se garantice la igualdad de oportunidades.

-Esta semana (hoy y el sábado) se juegan el ascenso a primera el Numancia y el Real Valladolid, ¿de quién se acordarán los aficionados que tenga que ‘chupar’ rueda de camión en la N-122, ajustarse a unos horarios de autobús tremendos y del tren, mejor no hablar?

-Lo primero es que nos darán una alegría, ascienda quien ascienda. Esa autovía es una de las grandes infraestructuras pendientes. En estos últimos siete años, la única gran obra que ha llegado a Castilla y León es el Ave a León, y a medias. Todo lo demás está parado. Los aficionados del Numancia y del Valladolid van a cabrearse mucho esta semana, pero los que van de León a Benavente por autovía, ni le cuento; o de Valladolid a Salamanca, con restricciones de velocidad porque no se puede ir por una autovía a más de 80… Esa es la situación en la que nos deja este Gobierno que tan buen gestor era.

-¿Cuántos votos puede perder o ganar el PSOE por la gestión que Pedro Sánchez haga de la crisis territorial catalana?

-Me da igual lo que cueste. Los socialistas vamos a defender lo mejor para este país, lo hemos demostrado en la oposición… Nos gustaría que todo el mundo fuera igual de leal. No al Partido Socialista, a la Constitución y a la ley.

-¿Con el Gobierno de Sánchez en La Moncloa se refuerzan sus opciones de gobernar en Castilla y León?

-No sé si ayuda o no, pero demuestra que es posible gobernar de otra manera y ver, en apenas unos días, que lo que sucedía en este país no era inevitable. Un Gobierno corrupto no era inevitable ni tampoco uno que mirara hacia otro lado cuando la gente se ahogaba en el Mediterráneo ni tener ministros que cantaban ‘Soy el novio de la muerte’.

El ‘efecto Zapatero
-El de Rodríguez Zapatero sí fue un lastre en las autonómicas y municipales de 2011.

-Más bien la crisis económica… El PSOE va al alza, fruto de nuestra renovación y veremos lo que sucede. Queda tanto por trabajar este año…

-Su secretaria de Organización defendía hace unas semanas que el relevo natural de Juan Vicente Herrera es Luis Tudanca. ¿Dónde sitúa usted a Mañueco? ¿La pérdida de poder en Madrid puede deparar sorpresas en el cartel del PP?

-No debo opinar sobre el proceso interno que afronta el PP. Lo que me preocupa es que esa guerra cainita haya afectado a la gestión de un Gobierno que ya estaba bastante paralizado (por el de Herrera). Mi responsabilidad es convencer a los castellanos y leoneses de que podemos ofrecerles una Castilla y León mejor que la que les ha ofrecido el PP durante los últimos años.
A. MINGUEZA
-Los últimos 31 años. ¿Qué va a hacer en 2019 para convencerles distinto de lo que hizo en 2015 o de lo que hicieron sus antecesores?

-Espero haber hecho ya una gran parte de ese trabajo. Se han juntado varios factores: la descomposición del proyecto del PP y la mancha de la corrupción; el ejemplo, mayor que nunca, de la buena gestión de los ayuntamientos socialistas y de la Diputación de Soria, y el armazón de una alternativa que hemos construido recorriendo esta tierra y buscando aliados en el tejido social.

-¿Qué balance va a dejar Juan Vicente Herrera cuando abandone la Junta dentro de un año?

-Le deseo lo mejor al señor Herrera, pero me parece que deja una comunidad mucho más pequeña. Hemos perdido en empleo, en población, en peso económico, hemos perdido la voz, somos invisibles en los grandes debates de país, hemos perdido empresas, se han deteriorado los servicios públicos y hemos visto condenas por corrupción. El primero que no se va a ir satisfecho creo que es Herrera.

-Quién gobierne en 2019 necesitará casi con seguridad pactos.

-Sí, la manera de articularse las mayorías va a ser muy diferente a la vivida en las últimas décadas… Probablemente el hecho de que haya una nueva generación al frente de los partidos lo hará más fácil.

-La legislatura autonómica enfila la recta final, ¿qué resumen hace?

-La línea del partido ha sido ascendente. Fíjese cómo empezamos en el ámbito autonómico y en el nacional. Pero ha sido una legislatura dura, la gente lo ha pasado y lo sigue pasando mal. Gente sin trabajo, a la que desahuciaban y que pasaba hambre, que ha visto irse a su hijos. No vivo en una burbuja, eso se ve, se siente y se sufre y más desde la oposición, donde muchas veces no hay herramientas para ayudar.

-¿El resultado de 2019 condicionará su futuro?

-No lo sé. No pienso en qué será de mí en mayo de 2019, pienso en qué será de Castilla y León. En eso estoy.

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