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Entrevista a Luis Tudanca – ABC CyL -19/07/2020

por PSOE de Castilla y León

Luis Tudanca: «Parece que Mañueco quiere pasarse cuatro años tumbado a la bartola»

El dirigente socialista asegura que ha liderado la oposición «más leal de todo el país» y resalta «la humildad» del Gobierno central durante la crisis

 

No tiene reparos en reconocer «a toro pasado» que el Gobierno central «quizás pudo» haber «reaccionado» antes frente la crisis del coronavirus adelantando el estado de alarma, pero cree que «todas las administraciones actuaron con la información que tenían y no se podía hacer todo perfecto». Satisfecho con la relación entre las administración regional y nacional durante la crisis, presume del «escudo social» lanzado por el Ejecutivo de Pedro Sánchez frente «a los cero euros» de la Junta para trabajadores, pymes y autónomos.

-¿Ha recibido más felicitaciones o críticas de los suyos por firmar el pacto para la recuperación de Castilla y León?

-(Ríe). No es que sea lo más importante, pero probablemente nunca me habían felicitado tanto, salvo con la victoria electoral, claro. Para mí no había otro camino que echar una mano en el peor momento que ha vivido esta Comunidad. Lo hicimos a pesar del estómago que hay que tener para pactar con aquellos que impidieron que la voluntad mayoritaria de los castellano y leoneses se impusiera. Es la grandeza del Partido Socialista.

-¿Y se ha arrepentido de haberlo rubricado vistos los reproches que han lanzado sobre su incumplimiento?

-Es cierto que desde el mismo día que firmamos, PP y Cs están empeñados en que nos arrepintamos, pero no lo van a conseguir. Lo que debemos hacer es exigir que se cumpla.

-¿Va a negociar ahora los Presupuestos el PSOE como la Junta le ha propuesto?

-Parece que quieren ir de pacto a pacto sin gobernar hasta final de legislatura y no se trata de eso. Reconozco mi sorpresa y cierta indignación porque ellos saben que si uno quiere un acuerdo no se anuncia a través de los medios. Además, en el pacto de Comunidad hablamos de que había que fijar unos mínimos para que no se condicionara su capacidad para gobernar ni se comprometiera la nuestra de hacer oposición. No vamos a ser ni cómplices ni sumisos a un Gobierno que le está haciendo mucho daño a esta Comunidad Autónoma.

-¿Pero cierra la vía del diálogo en la elaboración de las Cuentas de 2021?

-Vamos a colaborar siempre en el interés general de Castilla y León. Hemos sido la oposición más leal de todo el país durante la pandemia. Les dimos un voto de confianza que ya han traicionado, por ejemplo, cambiando las ayudas a los afectados por ERTE. Es la primera vez que los sindicatos y la patronal salen a decir que el presidente de la Junta no tiene palabra. Por nuestra parte, todas las propuestas y quejas las hemos hecho de forma discreta para que pudieran volcarse totalmente en la lucha contra la pandemia sin debates partidistas.

-¿Qué partidas, por ejemplo, recomendaría recortar si el objetivo es reforzar el gasto en los servicios públicos y en la protección social para hacer frente a las consecuencias del Covid-19?

-Nos diferencia especialmente la política fiscal. Sólo hemos conseguido la paralización del Impuesto de Sucesiones y Donaciones. Los últimos datos señalan que los beneficiarios de su supresión eran 715 personas por un importe de 35 millones de euros. Esa es la realidad sobre a quién quieren perdonar los impuestos. Nosotros pretendemos una reforma mucho más progresiva para obtener los recursos a través de un esfuerzo mayor del que más tiene, más hereda y del que más gana. En segundo lugar, ¿donde ha quedado aquello de la supresión de la administración paralela, esos ahorros con la eliminación de chiringuitos y del personal innecesario? Cuando terminen de estudiarlo habrá pasado la legislatura y habrán colocado a todos sus amigos, que es lo que está haciendo. Ese mantra de que si bajas impuestos aumentas la recaudación es mentira y lo sabe ya todo el mundo. Mientras tanto, lo que hace la Junta es pedirle más dinero al Gobierno de España cuando sale del mismo sitio: del bolsillo de los ciudadanos.

-¿Cree que la Junta entonces aprovechará la subida de impuestos que prevé el Ejecutivo central mientras no sube los suyos por ideología?

-Es que es una trampa. Son vasos comunicantes. Lo que uno no puede hacer es entrar en una carrera enloquecida de privilegios fiscales para los que más tienen y luego reclamar más dinero a otras instituciones. En todo caso, quizá lo pueda hacer Madrid con una política ultraliberal porque atrae actividad económica, pero nosotros no podemos competir con ellos bajando impuestos, que es exactamente lo que decía Juan Vicente Herrera.

-¿La explicación de la consejera de Empleo de destinar el dinero de los ERTE para los que más tiempo se han visto afectados no le convence?

-Primero. Lo que firma la Junta se debe cumplir porque lo hace en nombre de Castilla y León y ha sido validado por las Cortes. Además, lo que han hecho es dejar fuera a decenas de miles de trabajadores que confiaban en el complemento salarial y que ya no les va a llegar. Pero es que han pasado más de cuatro meses desde el inicio del estado de alarma, y a día de hoy no hay ni un solo castellano y leonés que haya cobrado un euro de la Junta. Es que todas las comunidades lo han hecho menos ésta.

-Uno de los mensajes más repetidos por el Gobierno y por usted mismo es que no se va dejar a nadie por el camino en esta crisis. ¿Cómo se puede garantizar algo así con la caída de la economía que se avecina?

-Partiendo de que el virus no es culpa de nadie, lo que sí es responsabilidad de un Gobierno es cómo responde a esta situación. Se puede hacer como hizo Rajoy o como hace Alfonso Fernández Mañueco, que es abandonar a su suerte a los trabajadores, a los profesionales sanitarios, a las empresas, a los autónomos, o protegiéndoles, como ha hecho el Gobierno de España. Se trata de intentar que nadie quede atrás, aunque por supuesto que habrá sufrimiento fruto de la pandemia. Frente al lenguaje perverso de la austeridad, que se traducía en recortes en el estado del bienestar y pérdida de derechos y era la receta de hace poco más de una década, ahora está el escudo social. Europa también lo ha entendido así.

-¿Cree que el Gobierno de Castilla y León ha sido leal con el de España durante esta crisis?

-Según fue calmándose la situación volvieron a las andadas, pero honestamente creo que hemos trabajado bien Gobierno y oposición en esta Comunidad. No sé si hasta el punto de dar ejemplo a otros. Hubo encontronazos, pero no fueron importantes y no tengo grandes reproches a la Junta en este aspecto. Los problemas han venido después.

-Usted admitía durante la crisis que se estaban cometiendo errores en las distintas administraciones, pero que no era el momento de concretarlos. ¿Puede hacerlo ahora?

-Es un poco ventajista a toro pasado. Creo que el principal drama que hemos vivido aquí es consecuencia de las políticas de recortes. La situación ya era grave cuando había cierta normalidad, pero la pandemia ha hecho por ejemplo que el sistema de residencias se hunda y el sanitario se resienta.

-¿Y los fallos del Gobierno central?

-¿Se pudo reaccionar antes? Si, claro que se pudo. ¿Este país pudo haber tenido una reserva estratégica de equipos de protección antes? Pudo tenerla. ¿Se pudo decretar unos días antes el estado de alarma? Pues si, pero creo que todas las administraciones reaccionaron en función de la información de la que disponían. Lo que más me satisface del Gobierno de España, con Fernando Simón y Salvador Illa como caras más visibles, es que han demostrado mucha humildad. Ellos mismos han reconocido algunos errores en las ruedas de prensa. Nadie lo sabía todo y nadie podía hacer esto perfecto.

-¿Y usted en qué se ha equivocado como líder de la oposición?

-Seguro que en muchas cosas. Por eso he intentado hablar poco durante todos estos meses. En una situación como ésta el que tiene más riesgo de fallar es el que gobierna y por eso quise siempre ponerme en su lugar, actuar con empatía sabiendo que era un momento muy complejo, que no había recetas mágicas, que había decisiones que tomar que eran dramáticas y consciente de que estaban dando lo mejor para afrontar la pandemia. En algunos momentos me he arrepentido de no haber insistido más en alertar de algunas cosas que en privado sí les dije respecto a las necesidades de territorios y hospitales concretos en los que no fuimos capaces de atajar a tiempo el problema.

-¿Usted cree de verdad que hubo una decisión política para no trasladar a los mayores desde las residencias a los hospitales?

-Es un tema muy delicado. El sistema de residencias ha fallado y eso es indiscutible y es una responsabilidad política de aquellos que presumían de tener el mejor modelo del mundo. Me preocupa que el presidente y la consejera digan que harían lo mismo una y mil veces porque eso es afirmar que no hay ningún error y que la gestión ha sido perfecta. Se dictaron instrucciones «ad hoc» para esta situación y hay dudas sobre si efectivamente se garantizó la atención sanitaria a todos los residentes. Queremos que en la comisión prevista se analice qué pasó y qué falló para que no vuelva a suceder y que todas los ciudadanos tengan la seguridad de que se atendió a sus familiares con dignidad.

-Su partido, usted mismo y la oposición en general apoyaron y aplaudieron a la consejera de Sanidad durante la pandemia, mientras criticaban duramente a la de Familia.

-He de decir que he visto a la consejera de Familia absolutamente sobrepasada y desaparecida, incluso lavándose las manos con algunas declaraciones. En política hay algo muy importante que es dar la cara y es verdad que la consejera de Sanidad, con sus aciertos y sus errores, siempre la ha dado. El sistema sanitario de Castilla y León, con todas sus dificultades, ha aguantado mejor porque es mayoritariamente público. El residencial, en cambio, es casi íntegramente privado y eso también ha afectado y es responsabilidad de quienes han puesto en marcha este modelo. Entre ellos una consejera que no es nueva.

-¿Pero Verónica Casado ha pasado de ser la «buena» a ser el objeto de sus críticas en este «nueva normalidad»?

-Es que no es ella. Las políticas sanitarias son competencia del PP en los últimos 30 años. El presidente de esta Comunidad es el señor Mañueco. Iba a decir que es el que toma las decisiones, pero eso no lo hace. Los recortes y la falta de infraestructuras son su responsabilidad, como el incremento de las listas de espera ya antes de la pandemia. Estaría bien que hiciera algo, pero parece que se quiere pasar cuatro años tumbado a la bartola. Nosotros vamos a ayudar a que la sanidad se reconstruya trabajando de forma incansable. A ver si nos dejan.

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