Home Noticias Intervención del portavoz del Grupo Parlamentario Socialista en las Cortes de Castilla y León, Luis Tudanca, en la Diputación Permanente convocada ante el coronavirus.

Intervención del portavoz del Grupo Parlamentario Socialista en las Cortes de Castilla y León, Luis Tudanca, en la Diputación Permanente convocada ante el coronavirus.

por Manuel Iglesias

Esta es una sesión parlamentaria excepcional en un momento excepcional. Nunca antes se había celebrado en este Parlamento una Diputación Permanente bajo un estado de alarma en nuestro país y con una crisis sanitaria de este calibre.

La crisis del Coronavirus está poniéndolo todo a prueba. A los científicos, al sistema sanitario, a los estados, a las instituciones…Y todos debemos estar a la altura y ser ejemplares. Por eso, esta sesión es reducida pero, a la vez, demuestra que las instituciones, que los gobiernos y los parlamentos siguen funcionando para resolver lo antes posible esta importante crisis.

Es de justicia agradecer el trabajo, en primer lugar, de quienes combaten desde la primera línea, de nuestros profesionales sanitarios. Ellos, con turnos interminables para atender a los afectados y combatir la enfermedad, con riesgo para su propia salud, nunca fallan. Todos ellos, todas ellas, quienes protegen y defienden nuestra sanidad, son los primeros en merecer nuestro reconocimiento, nuestro respeto y la puesta a su disposición de todos los medios a nuestro alcance para que puedan desarrollar su labor con seguridad y eficacia.

Me sumo, por tanto, al emocionado aplauso que todo el país les dedicó desde sus ventanas la pasada noche. Es el reconocimiento a ellos, pero también la confirmación de que la sanidad pública es uno de los elementos más queridos de nuestro estado del bienestar, algo a proteger y potenciar que demuestra toda su importancia en los momentos más difíciles.

No son solo ellos, no obstante, quienes están dando lo mejor de sí mismos para responder con eficacia a las necesidades de la gente. Ese aplauso es también para muchos trabajadores y trabajadoras que siguen en sus puestos haciendo que, a pesar de las dificultades, todo funcione. Policías y guardia civiles, miembros de las Fuerzas Armadas, trabajadores de supermercados y tiendas de alimentación, de limpieza, trabajadores de fábricas y de medios de comunicación… merecen también hoy nuestro reconocimiento.

Todo ello, para demostrar que los castellanos y los leoneses, que los españoles, con su responsabilidad y el cumplimiento de sus deberes de forma impecable están a la altura y ayudando a la contención del virus y la resolución de la crisis. La nuestra es una sociedad solidaria, que se crece ante las adversidades, y una vez más lo está demostrando.

Es el momento de la serenidad y la responsabilidad. Es el momento de actuar con la máxima contundencia y eficacia desde todos los niveles del Estado. Es el momento de la unidad y la lealtad.

Por eso, Sr. Mañueco, hemos estado a su lado desde el principio y lo estaremos hasta el final. Porque no son tiempos de siglas ni partidos. Es el tiempo de que las administraciones tomen las decisiones y los demás colaboremos con discreción y prudencia. En la novela de Albert Camus, La Peste, que ahora revisitamos como si fuera una premonición, podemos leer que “al principio de las plagas y cuando ya han terminado, siempre hay un poco de retórica. (…) Es en el momento de la desgracia cuando uno se acostumbra a la verdad, es decir, al silencio”. Pues bien, es el momento del silencio. Quienes no tenemos responsabilidades de gobierno, cuanto menos hablemos, mejor.

Tiene usted, señor Mañueco, por tanto, mi silencio discreto y comprometido y todo el apoyo que precise. Le agradezco, por supuesto, la disposición absoluta al diálogo desde el primer momento con su gobierno. El contacto ha sido fluido. Lo que tengamos que decirles, como hasta ahora, lo haremos de forma directa y discreta para no generar ni un ápice de dudas ni de confusión. La respuesta a esta crisis no será perfecta pero no hay duda de que todos están dando lo mejor de sí mismos para salir de estos tiempos difíciles

Quiero agradecerle una vez más la colaboración leal con el Gobierno de España y aprovecho reconocer también el trabajo que están haciendo miles de ayuntamientos en nuestra Comunidad, desde los más grandes a los más pequeños. Empezando por el de Miranda de Ebro, donde han sido de los primeros en sufrir esta crisis y de los que hemos aprendido para afrontar esta situación. Durante estos días he hablado con innumerables alcaldes y alcaldesas que están haciéndose cargo de sus pueblos y ciudades en estos momentos difíciles. Ellos están demostrando una vez más su utilidad y responsabilidad.

Y no está siendo fácil. Nunca antes nos habíamos enfrentado a algo así. La prioridad es la respuesta sanitaria y la contención del virus pero también hay que pensar en las consecuencias sociales y económicas de las decisiones que se toman. Encontrar el equilibrio es la clave.

Esta crisis quizá esté sirviendo también para que, mientras cerrábamos las puertas de nuestras casas, abríamos los ojos y el corazón a realidades no siempre suficientemente atendidas. Hoy pensamos más en quienes cuidan de nosotros, quienes hacen que todo funcione a veces sin que seamos conscientes de su presencia… Y también hay que prestar atención a otras realidades invisibles. Personas que viven solas, mayores sin atención, niños y niñas en riesgo de exclusión, personas con discapacidad…. a los que hay que seguir atendiendo. Ahora más que nunca.

Es por eso que, además de los sanitarios, es preciso el buen funcionamiento de otros servicios imprescindibles. Los servicios sociales, la ayuda a domicilio, la atención a personas mayores, entre otros, deben ser reforzados por la Junta de Castilla y León de forma urgente para que nadie quede sin atender.

Toda la red de apoyo a las familias, la renta garantizada, se erigen hoy como herramientas imprescindibles para afrontar esta crisis y proteger a los más vulnerables de nuestra Comunidad.

El presidente del Gobierno acaba de anunciar la mayor movilización de recursos económicos que haya habido en España. También la Junta de Castilla y León y las comunidades autónomas deben poner en marcha todas aquellas políticas que sean de su competencia para superar esta situación, como las referidas a Vivienda, Políticas Sociales,…

Y, por supuesto, es necesario de forma inmediata que tanto el Gobierno de España como la Junta de Castilla y León pongan en marcha planes de choque intensos para paliar las consecuencias laborales y económicas. Utilizando el diálogo social, por supuesto, y atendiendo, de forma específica y prioritaria, a los pequeños negocios, a las pequeñas empresas, a los autónomos que son gran parte del tejido productivo de nuestra tierra y el que peor resiste estos golpes. Los costes sociales y económicos de esta crisis no pueden pagarles solo algunos.

Es, por cierto, también una nueva oportunidad para que Europa esté a la altura y proteja a sus ciudadanos demostrando su utilidad. La Europa social es la que necesitamos ahora, la que pensamos y con la que soñamos todos. Este es su momento decisivo.

Para todo eso, en lo que a nosotros concierne. Para la adopción de las medidas legales y presupuestarias extraordinarias necesarias, también me pongo desde hoy a su disposición. En los próximos meses, todo lo que hagamos desde Castilla y León debe estar orientado a la salida de esta crisis. Puede contar con el PSOE para ello. Le ofrezco toda la ayuda y la cooperación que precise para la elaboración y la aprobación consensuada de las medidas que se requieran para hacer frente a la crisis.

Termino ya.

Es el momento de la transparencia. La situación es grave y debemos tomarlo con mucha seriedad.

Es el momento también de la calma y la confianza. En nuestra sanidad pública y sus profesionales, en los expertos, en las instituciones. De confiar en nuestro país.

Es el momento de la responsabilidad individual, de que todos hagamos caso de las recomendaciones, quedándonos en casa para cuidarnos y cuidar de los demás.

Sé que hay muchas familias que viven esta situación con angustia e incertidumbre. Sé que hay muchos hombres y mujeres que van a sus trabajos con inquietud. Sé que miles de profesionales de nuestra sanidad están trabajando al límite de sus fuerzas para hacer frente a la enfermedad. Sé que nos esperan semanas duras, lejos de la gente que queremos. Pero también sé que tenemos un sistema que funciona y que podemos confiar en nuestras instituciones. Por eso, estoy convencido de que saldremos adelante.

 

Muchas gracias.

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