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Entrevista Luis Tudanca – Diario de Valladolid 22/12/2019

por PSOE de Castilla y León

«Mañueco e Igea no hacen nada y estropean muchas de las cosas que funcionaban»

Conversaciones políticas con el secretario general del PSOE y portavoz en las Cortes de Castilla y León

– Por empezar por lo más inmediato, la formación de gobierno. Hay barones que ya han mostrado su posición, ¿cuál es la suya sobre el pacto, especialmente con Esquerra, que se forme una mesa de negociación sobre Cataluña y sobre la actitud de Pedro Sánchez?

– Pedro Sánchez está haciendo lo que debe y, en todo caso, lo que han decidido los españoles que se tiene que hacer porque ha ganado las elecciones no una, sino dos veces, de forma amplia, con diferencia consustancial con el segundo y, además, ha forjado un pacto con Podemos que ha sido respaldado por la práctica unanimidad de los militantes. A partir de ahí, había sobre el papel varias teóricas opciones, pero hemos visto como una vez más el PP y Cs han eludido cualquier responsabilidad en la gobernabilidad del país. Ya no vale la lealtad con el Estado, unas terceras elecciones en este caso ya no parecen un drama. Han vuelto a la actitud de que se rompa todo, aunque sea para quedarme yo con el solar. Si consideramos que hay que hacer un gobierno, y hay que hacerlo, pues hay que hablar con otras fuerzas políticas. Tampoco es Pedro Sánchez quien ha decidido cuál es la composición del Parlamento, lo han decidido los españoles votando. Ahora, sobre Esquerra Republicana y la posibilidad de que sus votos sean necesarios para la investidura, es que me niego a entrar en el debate falso de que ahí hay un riesgo para las cosas básicas de nuestro país. No lo hay. Nosotros vamos a defender la Constitución, la ley, pero también vamos a defender siempre el diálogo. De hecho, el drama y el conflicto territorial que hay en Cataluña se crearon con el PP en el gobierno. Con Rajoy de presidente hubo dos referendos ilegales, una declaración unilateral de independencia; Ana Pastor era presidenta del Congreso con los votos de los independentistas. Y nosotros estuvimos con el gobierno, con Rajoy, con lealtad y sin interés partidista ninguno. Yo sí pediría un poco de responsabilidad. Y, en todo caso, hay una alternativa para que eso no suceda. Cs tiene pocos pero aún le quedan algunos diputados que podían, con su voto a favor, desbloquear la investidura. Y Mañueco tiene trece diputados y diputadas de Castilla y León, si votaran a favor de la investidura también se acabaría la discusión y hablaríamos de otra cosa, pero no quieren eso. Juegan al perro del hortelano y eso es muy egoísta.

– ¿No tiene ningún reparo a la negociación que está llevando Pedro Sánchez para la investidura?

– Ninguno. Porque estoy convencido, por lo que he hablado con él, por lo que ha dicho y por el comportamiento impecable que ha tenido siempre el Partido Socialista, que no vamos a traspasar nunca determinadas líneas, pero hay que hacer un gobierno, hay que hacer una investidura y hay que negociarla. Hemos pasado, en este país, de que era un drama una segunda repetición electoral y que el PSOE tenía que abstenerse para que Rajoy fuera presidente, porque si no el país se desmontaba, a que unas terceras elecciones sean posibles. Si ya hemos demostrado que no íbamos a pactar a cualquier precio, por eso fuimos a segundas elecciones porque el PP y Cs eran irresponsables y no querían siquiera sentarse con nosotros y porque no estábamos dispuestos a aceptar cualquier cosa por estar en el poder. Ahora, creo que todo el mundo es consciente que tiene que haber un gobierno, que el gobierno que se ha votado es un gobierno progresista y eso sé que les molesta porque se creen que el poder es suyo. Pero no lo es, el poder es de la gente y la gente ha decidido que el presidente tiene que ser Pedro Sánchez y tiene la obligación de darnos estabilidad y que trabaje por las reformas de este país.

– ¿Y no teme que ese gobierno llegue lastrado por las pretensiones de los independentistas catalanes?

– Es que si hacen pretensiones que están fuera de la ley no las vamos a aceptar, ni antes ni durante ni después. Pero la posible inestabilidad o la fragmentación de nuestro país la han dado los electores cuando han votado, que lo han hecho dos veces de forma muy parecida y que nos han dado el parlamento más fragmentado de la historia reciente de nuestro país y con eso hay que trabajar. Pero no acepto lecciones de aquellos que han conseguido el poder a cualquier precio, pactando lo que hiciera falta con la extrema derecha fascista, repartiéndose cargos, asesores… Nosotros hemos demostrado que creemos en este país y que vamos a defender su unidad y su pluralidad.

– Ha dicho usted que ha hablado con Pedro Sánchez, ¿ha consultado con los secretarios regionales las decisiones?

– Él es el presidente del Gobierno y ha sido el candidato…

– ¿Pero les ha pedido opinión?

– Tiene la libertad y la legitimidad que le ha dado la gente para hacerlo. Pero es que este partido ha hecho una consulta a sus militantes, el único partido que hace estas cosas de forma presencial, para valorar el acuerdo de coalición con Podemos. Y no se ha movido de lo que hemos hablado y de lo que se habla en este partido constantemente. No tengo ninguna duda de que tiene el apoyo del partido. Al final, la derecha en este país, como decía, se cree que el poder es suyo. Cada vez que el resultado electoral no sale como quiere lo que intenta es dividir al PSOE y no lo van a lograr. Hemos demostrado tener una fortaleza a prueba de bombas. Y vamos a resistir y a lograr hacer un gobierno siguiendo el mandato de los ciudadanos. Un gobierno que va a ser positivo para España y también para Castilla y León, no tengo la menor duda. Pediría un poco de respeto a quien ha ganado por dos veces de forma amplia las elecciones, frente a un PP que ha tenido con Casado los dos peores resultados de su historia y que pretenden dar lecciones. Es que el PP, antes incluso del recuento de las segundas elecciones, pidió la dimisión de quien las ganaba. Eso no ha pasado jamás en la historia democrática de ningún país del mundo. Ese es su nivel de responsabilidad. La lealtad y la responsabilidad que piden cuanto están en el gobierno y que el PSOE siempre da debería aplicársela un poco.

– Eso de los del peores resultados de su historia también le ocurrió a Pedro Sánchez y es presidente del Gobierno.

– Pero ha ganado. Es que el otro ha tenido los dos peores y ha perdido.

– ¿No le produce ningún escrúpulo necesitar los votos de Bildu o de los independentistas para la investidura?

– Me gustaría no necesitarlos. Me gustaría que el PSOE hubiera sacado mayoría absoluta, pero no la tiene. Me gustaría que Cs y el PP fueran más responsables, pero no lo están siendo. Y me gustaría que haya gobierno, necesitamos que haya un gobierno y hay que negociar, hay que hablar. ¿Vale cualquier cosa? ¿Se pueden traspasar todas las líneas? No. Insisto, no lo hemos hecho y no lo vamos a hacer. Pero, el debate es tramposo, es falso. En esta Comunidad el PP y Cs han hecho senador autonómico a Maroto, que ha sido el político que más veces ha pactado con Bildu de la historia cuando era alcalde de Vitoria. Es cierto que en el País Vasco todos, de todos los colores políticos estuvieron sufriendo muchos años para que hubiera algunos que dejaran de matar y empezaran a hablar. Afortunadamente, hemos logrado que ya no haya gente que mate para hacer política. Pero no, no acepto utilizaciones del terrorismo con el que el Partido Socialista acabó, junto con muchos otros. No acepto lecciones de democracia. No vamos negociar nada que vaya en contra de la Constitución, no vamos a negociar nada que vaya en contra de la unidad de España, no vamos a quebrar la igualdad de derechos de los españoles. Pero es que no lo hemos hecho nunca. Es que llevamos gobernando en este país más que ningún otro partido y nunca ha pasado. Por tanto, no hay ningún riesgo.

– Decir que no van a negociar nada que esté en contra de la Constitución es una obviedad.

– Pero es que esas son las acusaciones falsas que pretenden trasladar. Como si estuviéramos negociando con tal de obtener el poder cosas que son imposibles y, porque son imposibles y por convicción, nunca lo vamos a hacer y nunca lo hemos hecho. Al final, la disyuntiva en este país es o gobierna la derecha o se hace todo lo posible para que no gobierne el PSOE, utilizándolo todo con toda la deslealtad. Más allá de este debate, nosotros queremos hablar de pensiones, queremos hablar de la derogación de la reforma laboral, de nuevos derechos sociales, queremos proteger de nuevo los servicios públicos. Hay muchos retos por delante en materia económica, industrial, social en este país, como la subida de nuevo del Salario Mínimo Interprofesional. En realidad es contra eso contra lo que están luchando el PP, Cs y Vox. Todo este discurso tiene que ver más con que el PP son rehenes de Vox que con otra cosa. Al final tienen que parecerse tanto en el discurso que a uno ya le cuesta trabajo distinguirles.

– ¿A usted cuando mira a España le pasa como a Iceta que ve hasta ocho naciones?

– No, Iceta no dijo eso. Iceta dijo que había ocho estatutos de autonomía que reconocían a su autonomía como nación. Y son ocho. Esos estatutos están aprobados por los parlamentos con el voto del PP. Es que están por escrito en los estatutos de Canarias, de Valencia, de Aragón, de Cataluña, de Navarra, del País Vasco… Si repasamos la hemeroteca, incluso en Castilla y León hubo un momento en el que el entonces vicepresidente de la Junta, señor De Santiago-Juárez, habló de la posibilidad de considerar como nación a Castilla y León en nuestro Estatuto en una de los reformas. No cuajó, pero eso está dicho en público por el vicepresidente del PP de la Junta. Yo es que soy menos de banderas y de patrias que de personas. Quiero que haya prosperidad, que haya paz. La Constitución nos lo ha dado. Ha respetado nuestra unidad, que nadie va a tocar, con nuestra pluralidad y ha permitido el mayor desarrollo que hemos conocido nunca jamás. Se tiene que garantizar es el reconocimiento de las singularidades, también las de esta tierra, pero garantizando la unidad de España que reconoce la Constitución, que nadie va a quebrar por mucho que se empeñen.

– Han pasado casi seis desde que protagonizara un hecho histórico, el ganar las elecciones para el PSOE después de 32 años de victorias del PP, pero no le sirvió para gobernar. ¿Han hecho ustedes un periodo de duelo en este tiempo. Un duelo por la frustración?

– No sé si de duelo. Es verdad que fue un momento duro, pero sinceramente yo tuve más la sensación de que el momento duro lo están pasado fuera, por lo que me dice la gente cuando me para, que una sensación de frustración personal. Es cierto que ganar las elecciones después de 32 años, encontrarte un panorama en el que si todo el mundo hubiera hecho lo que dijo el día antes de las elecciones hoy habría un gobierno socialista más de 30 años después, pudo ser frustrante. Pero, como en todo momento hicimos lo que creíamos que había que hacer y nunca renunciamos a nuestras palabras y nuestros principios hemos tenido siempre la conciencia tranquila. Y eso nos ha hecho ser capaces de mirar al futuro muy rápidamente. Uno tiene la sensación de que quienes están en el gobierno lo están, pero siguen sin tener la conciencia limpia. Eso está generando muchos problemas en el gobierno, que es lo que me preocupa. Yo hace ya mucho tiempo que dejé de pensar en mayo y lo que pudo ser y no fue. Lo que me preocupa es lo que está siendo con este gobierno.

– ¿A quién se refiere cuando habla de tener la conciencia limpia?

– No, me refiero a todos. Yo creo que al final que ni Mañueco ni Igea tienen la conciencia limpia porque saben lo que tuvieron que hacer y lo que tuvieron que tragar. Los principios que tuvieron que traicionar ambos para seguir en el poder, unos, y para llegar a él, otros. Y saben que además no fueron más que títeres y marionetas en manos de Madrid. Eso fue lo único, de todo aquello que pasó y muy por encima de que yo no fuera presidente, que me molesto profundamente. Y es que las decisiones que afectaban a Castilla y León no se tomaran aquí, que nos intervinieran, que fuera Madrid quien tomara las decisiones, que les manejaran. Que se dejaran manejar de una manera infame, como si aquí no pintáramos nada, como si los votos de los castellanos y leoneses no sirvieran, como si Castilla y León fuera una Comunidad de segunda… Eso no pasó en otras comunidades y aquí sí. Y pasó porque se lo permitieron Mañueco e Igea.

– Esa desconfianza mutua y desafección que había entre Igea y Mañueco, que se vio en campaña y en vísperas del pacto, es evidente que no se ha resuelto ni se ha dirimido. ¿Cree que eso está lastrando la operatividad del nuevo gobierno?

– Enormemente. A mí me gustaría que el gobierno funcionara bien, después de todo lo que ha pasado y de todo lo que hicieron. Porque si el gobierno funciona bien es bueno para Castilla y León. No les deseo ningún mal. Ojalá acertaran y acierten en el futuro. Me gustaría decir que son dos gobiernos, pero ni siquiera, son más, son muchos más. Hay una descoordinación absoluta, incluso dentro de la parte de gobierno del mismo partido. Hay desconfianza, hay desautorizaciones… Y eso yo lo comparo con los últimos años de Herrera en el gobierno. Hubo años de parálisis porque Herrera estaba de retirada y ya no era el Herrera que fue. Y eso hizo que muchas de las cosas que era necesario hacer no se hicieran. Ahora no es que no hagan nada, estropean muchas de las cosas que funcionaban. A mí eso sí me preocupa. Tiene que ver con más cosas, aparte de la desconfianza o de la desconexión que pudieran tener desde el punto de vista personal.

– ¿Con qué más cosas tiene que ver?

– Me parece que no están gestionando bien. Y me parece que cuando uno antepone la ambición de poder sobre gobernar… Uno no quiere ganar las elecciones, ganar la investidura para ser presidente, sino para gobernar, para tomar decisiones, para arreglar problemas de Castilla y León y no hay ni uno, de hecho han generado problemas nuevos. Cuanto tú lo configuras como un reparto de poder es imposible que puedas tener un gobierno funcional, y no lo estamos teniendo. Podemos ver los ejemplos de las 35 horas, de los acuerdos con los funcionarios, de las sentencias una tras otra que están teniendo en infinidad de materias, el lío de las Edades del Hombre, los conflictos con los sindicatos y el Diálogo Social, el lío de la Sanidad y su enfrentamiento con todas las plataformas, los profesionales, los colectivos. Desautorizaciones y contradicciones permanentes entre consejeros… De verdad, es una situación que me parece que para Castilla y León es muy compleja. Y una cosa que me parece que sí diferencia mucho a este gobierno del anterior, y yo probablemente fui el candidato socialista que más enfrentamientos tuvo con Herrera a lo largo de su larga vida de presidente, es que aquel gobierno de Herrera, con el que podías debatir, discutir y discrepar mucho, tenía palabra. Incluso para la discrepancia tenía palabra. Podías llegar a acuerdos o desacuerdos, pero se cumplían. Éste no la tiene, no la tiene con nadie, ni conmigo ni entre ellos ni con ningún otro colectivo. Y no tener credibilidad en política es lo peor que puede pasar si uno quiere que funcione un gobierno.

– ¿Estarían dispuestos a replantearse el pacto de la sanidad que ha pedido Cs? Es verdad que después de haber hecho su composición de lo quieren hacer sin consultar con nadie. ¿Estarían dispuestos a empezar de cero?

– Sí. Y se lo hemos dicho. Vamos a ver, nosotros presentamos una iniciativa en las Cortes hablando de la reforma de la atención primaria, que llevábamos en nuestro programa; de incrementar el presupuesto de la atención primaria hasta un 25% de la Sanidad; de aumentar los profesionales; de recuperar los grupos de trabajo, que se crearon a iniciativa nuestra… Nos votaron que no y una semana después convocaron una reunión del pacto por la sanidad para, a hechos consumados, plantear el cierre de consultorios médicos, imponer un determinado modelo en el que nosotros no creemos. Y les dijimos, no nos vamos a sentar hasta que no retiréis el plan piloto de cierre de consultorios. Si retiran el plan nos sentamos y empezamos a hablar.

– ¿Pero cuál es el plan? Porque no lo sabe ni el consejero de Empleo, por ejemplo.

– Bueno, cada día dicen una cosa. Yo le decía a Mañueco, cómo es posible que un gobierno de Castilla y León después de 30 años diga, primero que el consejero de políticas demográficas no conoce la reforma sanitaria y, segundo ,que los servicios públicos no son esenciales para luchar contra la despoblación. Pero, ¿de dónde se han caído? Si es que va en contra de todos los expertos en materia de política demográfica del mundo. El plan, primero lo desvela un alto cargo de la Junta que es el que dice que van cerrar consultorios, no me lo inventoyo. Y ahora nos llaman alarmistas; si es que lo nombrasteis vosotros. Esto es un ejemplo más de las descoordinaciones y peleas y zancadillas que se ponen entre ellos. Pero si lo retiran y quieren de verdad empezar de cero y hacer una reforma de la atención primaria vinculada al reforzamiento de la sanidad pública, al final de los recortes, a la mejora del transporte sanitario en el medio rural; a los incentivos para los profesionales en los lugares de difícil cobertura, al incremento del presupuesto… Claro que nos sentamos, si es que la propuesta insisto es nuestra, si nos la votaron en contra una y otra vez. Como no se sabe si esto es cuestión del director general de ordenación sanitaria, de la consejera, del vicepresidente, del presidente, del consejero… Es muy difícil tener interlocutores directos y saber quién manda en el gobierno autonómico. Es lo que le exijo siempre a Mañueco, ¿no querías gobernar? ¿No lo has hecho a cualquier precio? Pues ponte. Nosotros somos muy respetuosos con la democracia, ahora estamos en la oposición, ejercemos de oposición, controlamos al gobierno, hacemos propuestas una y otra vez contra un muro, pero tú pactaste con el diablo para gobernar. Gobierna, ponte a gobernar, toma decisiones, coge las riendas de algo.

– Usted estuvo a punto de pactar con el diablo.

– No, no era por llamar diablo a nadie. Pero cuando uno pacta renunciando a sus principios, a su palabra; cuando uno cambia y vende diputaciones, ayuntamientos… Una de las razones por las que nosotros no conseguimos el gobierno es porque no estábamos dispuestos a jugar con determinadas reglas para conseguir el poder, no. Yo no iba a mercadear con ayuntamientos y diputaciones, no iba a cambiar y vender cromos como si la voluntad de los ciudadanos fuera un saldo de mercadillo. No estaba dispuesto. Ellos sí estuvieron dispuestos y Mañueco lo hizo.

– ¿A usted Cs le ofreció mercadear con ayuntamientos y diputaciones?

– Claro. Si eso es lo que querían. Ellos querían cambiar y te doy diputaciones. Pero bueno si no es secreto. Hoy tenemos en Castilla y León un presidente de Diputación en Zamora con un diputado provincial, uno. En Burgos y en Palencia le querían dar la alcaldía a Cs, pactando con Vox, con tres concejales, con dos. La Diputación de Burgos, que al final no pasó, también se la iban a dar a Cs con muy pocos diputados provinciales.

– Hemos querido entender antes, cuando hablaba que el gobierno de Herrera era de palabra, que Mañueco no tiene autoridad para pactar cosas con la oposición.

– Lo que no tiene es palabra. Es muy difícil acordar nada con alguien que no tiene palabra. Para pactar hacen falta dos y, en esta ecuación, lo que ha cambiado es Mañueco. Con Herrera logré ponerme de acuerdo, hicimos cuatros grandes pactos de Comunidad, respetamos que había cosas que teníamos que defender juntos y lo hicimos. Si ahora no parece posible, la parte de la ecuación que ha cambiado y lo hace imposible es Mañueco. Pero no sólo conmigo, es que ha puesto en riesgo el Diálogo Social incumpliendo el pacto firmado para la aplicación de las 35 horas. Pero le pongo el último ejemplo de cómo han cambiado las cosas, la última reunión que tuvo Herrera con Pedro Sánchez nos llamó a todos los portavoces y nos pusimos de acuerdo en cuáles eran los temas, las reivindicaciones y los mensajes que iba a trasladar en nombre de Castilla y León, no propios, al presidente del Gobierno. El presidente del gobierno y candidato a la investidura esta semana llama al presidente de la Junta…

– Bueno, no es el mismo caso, no es una reunión es una llamada.

– Bueno, no, pero le había costado nada también hacer una ronda de llamadas. Lo que ha hecho no es defender los intereses de la Comunidad, sino intentar como siempre utilizar la Junta, que debería ser de todos, como ariete partidista contra el gobierno de España.

– Habla usted de grandes pactos de Comunidad, uno de ellos fue el de financiación autonómica que sigue vigente pero del que ahora se descuelgan. ¿Ya no lo consideran vigente?

– Es que ese pacto se firmó con varios criterios: defender un determinado modelo de financiación autonómica, que tuviera en cuenta los criterios que a nosotros nos vinieran bien, la dispersión, el envejecimiento, la despoblación, el coste de los servicios, y para dejar esto fuera del debate político partidista. Vamos a ir todos juntos y a ser exigentes, todos juntos. Y lo que ha hecho recién llegado este gobierno es romper ese acuerdo y utilizarlo como ariete contra la oposición aquí. Los que lo han roto son ellos. Otra de las cosas de las que habla ese acuerdo es de la corresponsabilidad fiscal. Habla que de los recursos que lleguen de la financiación autonómica futura se resten las decisiones irresponsables en materia de bajada de impuestos que adopten las comunidades. Y ahora lo que hacen es quitarles el de sucesiones a las 815 personas más ricas para tener menos recursos. Lo que no puedes es perdonarles los impuestos a los ricos aquí y luego pedir más dinero a papá estado. Porque el dinero que viene de papá estado también sale de los impuestos. Así que vamos a hacer una política fiscal justa, que pague más quien más tiene, también aquí. Y, junto a eso, vamos a exigir también una mejor financiación autonómica al gobierno porque la necesitamos.

– ¿No ve usted muy tranquilo a Mañueco en su posición mientras es Cs el que se desgasta, por ejemplo en el tema sanitario?

– Yo lo que le veo es indolente, pero es que siempre le he visto así. Le veo inactivo, paralizado y eso es malo. Un presidente tiene que liderar, tiene que gobernar, tiene que tomar decisiones. Es que no puede quedarse sentado viendo como sus consejeros preparan lío tras lío. Su obligación es gobernar. Es que ese plan de cierre de consultorios médicos en el medio rural, sea lo que sea y acabe en lo que acabe, se aprobó en el consejo de gobierno que él preside. Y así todas las decisiones. Es que ser presidente de la Junta no es cortar cintas o dar discursos en galas, no. Eso es lo de menos. Un presidente tiene que gobernar y tomar decisiones. A veces incluso difíciles y pactar y dialogar. Es que la única vez que ha dicho algo fue cuando le hice la pregunta sobre las 35 horas, que se vino arriba y dijo, ‘no se preocupe voy a liderar esto y esta semana voy a llamar a los sindicatos’. La semana siguiente convocada huelga general.

– Es evidente que han cambiado la estrategia y han decidido hacer la oposición al PP y a Mañueco y obviar a Ciudadanos y a Igea. Es algo que ya puso en práctica hace un par de meses Óscar Puente. ¿A qué se debe ese cambio estratégico?

– Es que vuelvo a decir, el presidente es Mañueco y no puede eludir su responsabilidad. Y, en todo caso, nosotros no hemos decidido que Cs sea irrelevante, lo han decidido los castellanos y los leoneses votando, les han dejado a cero. Por tanto, quien es responsable y no puede estar cuatro años echando la culpa a su portavoz, a su consejero de no sé qué, a su consejera de no sé cuál es Mañueco. Si pensaba que iba a poder dedicarse a hacer discursos y galas, no. Él tiene que tomar alguna decisión, pero no tengo mucha esperanza.

– ¿O sea que no es una estrategia incardinada hacia lo que más le duele a Igea, que es que no le tengan en cuenta y que le ignoren?

– Es que no me importa lo que piense Igea. Yo ya dije que a mí lo único que me interesa de los de Cs es cuántos van a acabar en Vox y cuántos en el PP. No tengo más interés en ellos. Ya han demostrado que son irrelevantes y así se lo han dicho los ciudadanos.

– ¿Usted se resigna los tres años y medio que quedan a seguir al frente de la oposición y esperar a unas nuevas elecciones o ve alguna otra opción?

– Esa palabra no la uso, no la he usado nunca y creo que, además, lo hemos demostrado. No me resigno nunca, no me voy a resignar ahora. Pero lo que vamos a seguir es trabajando. Hemos demostrado que nos creemos Castilla y León, hemos apostado por esto. Hace cinco años nadie se imaginaba que el PSOE iba a poder ganar las elecciones aquí y las ganamos; que podíamos gobernar esta tierra y hemos demostrado que podemos. Vamos a seguir trabajando hasta que dure. Es verdad que soy de los que defiendo que el gobierno va a durar porque no están para gobernar, están para repartirse el poder y en el poder se les ve tremendamente cómodos, por mucho daño que le estén haciendo a esta tierra. No me siento ni frustrado ni resignado.

– La despoblación es un mal, seguramente imparable, que se podrá contener pero no sanar. ¿Qué sensación le causa que después de cinco meses y por la urgencia de la salida de los saldos vegetativos descomunales para esta Comunidad, a los dos días se monte una reunión de funcionarios y teóricos como la primera medida de la Consejería que lleva la despoblación?

– Y para decir encima que menos mal que la Junta ha tomado no sé qué medidas, no sé cuándo, que sino el resultado habría sido peor. ¿Peor? Es que no puede ser peor. Tenemos los peores datos de España. Tenemos la tormenta perfecta de envejecimiento, despoblación, de saldo vegetativo, de migración de trabajadores a otras comunidades… Y no es una plaga bíblica, no lo es. No es verdad que sea inevitable, aunque es verdad que llegamos demasiado tarde para muchas cosas porque se tenía que haber hecho algo diferente hace 20, 25 años. Y, sin embargo, en la última agenda de la despoblación, dedicaba toda la introducción a desmontar el tópico de la despoblación en Castilla y León. ¿Cómo que el tópico? Se empecinan en el error. O tomamos decisiones o va a ser complicado. Pero fíjense que en el último pleno hicimos una iniciativa que proponía incentivos fiscales para pobladores en el medio rural y para empresas que se instalen en el medio rural; incentivos o ayudas equivalentes para el acceso a los servicios para compensar el coste del acceso a los servicios de alguien que vive en un pueblo. El PP votó en contra. Y claro, uno se pregunta, si no aceptan nuestras propuestas, ¿cuál es su plan? Que siga esto vaciándose. Me parece que han dado por perdida la batalla por Castilla y León y yo me niego a darla por perdida. Vamos a seguir trabajando hasta que esa situación se revierta.

– Y en esta tormenta perfecta que dice llegan sus compañeros y reabren el debate de las tensiones territoriales, ya sabemos que un ex vicepresidente ha venido de bombero con gasolina, De Santiago-Juárez, pero su alcalde de León ha planteado incluso la opción de una consulta para separar León de la Comunidad. Y esa mecha la encendió otro compañero suyo, portavoz de la ejecutiva federal y alcalde de Valladolid, Óscar Puente.

– Es verdad que es un debate cíclico en Castilla y León, que es verdad que puede que tenga su origen en la configuración inicial de Castilla y León, pero que tiene su origen sobre todo en las políticas que la Junta ha llevado. La estrategia de muchos años de la Junta fue fomentar enfrentamientos entre provincias para que nadie se acordara que lo que pasaba era competencia del gobierno autonómico. Y la frustración de muchas zonas que han visto cómo los desequilibrios aumentan, cómo la población se marcha, los jóvenes se van. No hay oportunidades y hay muchas diferencias entre unas comarcas y otras. Dicho esto, la única posibilidad de desarrollo que tiene Castilla y León es con un proyecto autonómico fuerte. Lo creo y lo voy a seguir defendiendo, hemos conseguido construirlo, también gracias a todos los socialistas, luego hay algunas tensiones. Probablemente tenga también que ver con gobernar tanto y en tantos sitios, pero yo voy a seguir haciendo todo lo posible para que aquí y allí haya diálogo, haya cooperación entre ayuntamientos y entre provincias y no voy a alimentar, pero ni un poco, los enfrentamientos y las disputas territoriales. Eso no le aporta absolutamente nada a ni un solo habitante de Castilla y León.

– ¿Qué va a hacer para encauzar a los dos alcaldes de las dos ciudades más importantes de Castilla y León? Usted es el responsable.

– Echar agua y nunca gasolina. Eso es lo que voy a hacer, que es lo que he hecho siempre.

– ¿La ocurrencia del alcalde de León tiene que ver más que con su ideología con llamar la atención?

– Saben que tengo muy buena relación tanto con Óscar como con José Antonio y me parece que ellos tienen la obligación de defender su tierra. Para eso les han elegido. Pero, insisto, voy a hacer todo lo posible para seguir trabajando juntos por esta tierra y por la gente de esta tierra. Respeto todas las opiniones. Respeto también, y lo conozco bien, el sentimiento que hay en una parte de la sociedad leonesa y negarlo es absurdo. Pero sigo pensado que hacer más fronteras nunca es bueno. Los debates de banderas y de fronteras nunca me han parecido útiles para resolver los problemas de la gente.

– Si se forma gobierno hay informaciones que apuntan que Virginia Barcones, que es una de las piedras angulares sobre las que usted edificó su victoria, se podría ir al gobierno.

– Ojalá. Me parece que sería una candidata estupenda. Pero el gobierno lo tiene que hacer el presidente y tiene toda la libertad y legitimidad para hacerlo.

– ¿Sería una candidata idónea para un área dedicada a la despoblación?

– Qué voy a decir, creo que sería la mejor porque es de las que más ha trabajado, de las que más conoce, de las que más sensibilidad tiene con eso. Fíjense que, cuando hablamos de cosas positivas para Castilla y León del gobierno de España, una de ellas es ésta, que se establezca por fin como prioridad la lucha contra el reto demográfico. Y si tuviéramos a alguien con la capacidad y la sensibilidad de esta tierra como Virginia… Pero eso no me compete a mí, le compete al futuro presidente del gobierno. Pero si me pregunta si a mí me gustaría, yo encantado.

– Le preguntamos porque a usted le preguntarán para hacer nombramientos como le preguntaron la otra vez.

– De verdad que no. Quien diga que tiene algo que ver con el nombramiento de ministros, más allá del presidente, ha mentido, miente y mentirá.

– ¿Lo que sí está claro también es que Luis Tudanca seguirá aquí?

– Sin duda alguna. Tampoco es que me hayan llamado, ni me han ofrecido nada. Que queda mejor eso de ‘no, lo he rechazado’. Yo quiero seguir aquí, estoy a gusto en esta batalla, quiero seguir dándola; tampoco le voy a dar la alegría a alguno de marcharme.

– Volviendo un poco al principio, algún compañero suyo le recriminó que durante el pacto no había ejercido públicamente esa necesidad de gobernar, sino que estuvo un poco pasivo esperando por Cs, como si tuvieran la confianza. Igual el resultado hubiera sido el mismo.

– El resultado fue igual aquí que en Madrid, en Murcia, en España. Es que no quisieron al final ni sentarse con nosotros de manera oficial. Pero no sé, cada uno tiene su manera de hacer política y ya lo decía antes ni soy dado a alharacas, en ningún sentido, ni estaba dispuesto a hacer cualquier cosa por gobernar hasta vender mi alma y, con la mía, la del partido ni a incumplir la palabra que le dimos a la gente. Y lo último que hice fue que si el problema era yo…

– Eso choca con lo que está diciendo. Le ofreció su cabeza en la presidencia por gobernar.

– Estuve dispuesto y lo dije públicamente, que si había algo de verdad en que el problema podía ser yo por ser demasiado sanchista me apartaba, pero nunca dar la presidencia porque no era mía, era del PSOE y de los votantes que decidieron que ganara las elecciones. Yo no estaba dispuesto a mercadear pero sí a dar un paso a un lado en beneficio de Castilla y León. Necesitaba esta tierra un cambio real de políticas. Eso está por encima de que yo tuviera un cargo para cortar cintas.

– ¿Por qué sigue atascada la comisión de investigación de las eólicas, que incluso llevaron al Constitucional? ¿Por qué en ese tema la tibieza de Ciudadanos, que se presenta como abanderado de la regeneración?

– Si sólo fuera en ese. Parece que en enero se van a desbloquear ya las comisiones de investigación pendientes, en el caso de la trama eólica, después de muchos años y con una condena de Tribunal Constitucional al PP por vulneración de derechos fundamentales. Espero que comience y que el primero que comparezca sea el señor Mañueco. Que dé explicaciones porque estaba en los consejos de gobierno cuando se tomaron esas decisiones. Él ya estaba ahí cuando pasaron todos estos casos de corrupción. En segundo lugar, porque es que su actual socio de gobierno pidió su comparecencia, por tanto consideraba que estaba implicado, que tenía algo que contar y que explicar. Espero que ahora apoyen su comparecencia.

– ¿Espera que comparezca o tiene la certeza de que va a comparecer?

– No, no. Con el señor Mañueco es imposible tener certezas.

– En un pleno ya le dijo que no tenía ningún inconveniente en comparecer.

– Sí, pero en la misma respuesta dijo luego que no. Es complicado. Cuando llegue el momento lo veremos. Pero fíjense, ahora hemos visto otros de los casos gravísimos, el de la Perla Negra, que empezó con el PP negándolo todo, con la Junta personándose en los tribunales, requiriéndole el juzgado que aclarara en calidad de qué se personaba, pidiendo el archivo de la causa y ahora pidiendo condenas. Ahora sí, diciendo que estos señores no tenían nada que ver con la Junta, ni con ellos. Sí tenían que ver, claro que tenían que ver. Pero en el fondo, al final lo que están haciendo la Junta y el PP es reconocer que hubo corrupción y que se robó dinero de los ciudadanos de Castilla y León, sin que nadie asuma ninguna responsabilidad. La Junta presenta escritos de acusación pidiendo penas de cárcel altísimas para altos cargos de la Junta que nombraron ellos y ahí siguen todos, repartiéndose el pastel, sin asumir ninguna responsabilidad política.

– Hablando de comisiones, ¿qué esperan destapar con esa comisión de los fondos mineros?

– A ver si nos explica el PP y Cs para qué la quieren.

– Está claro que la de la trama eólica está judicializada, es un caso de corrupción, con una investigación de la Agencia Tributaria, pero en los fondos mineros, ¿a qué esperan llegar? Suena a lo de las de las cajas, una investigación para no hacer nada.

– Pregúntenselo al PP y a Cs que la propusieron.

– ¿Y la de los planes de medios?

– Es que esa también la ha propuesto el PP con Cs. No deja de ser curioso y, además, se ha presentado voluntario para comparecer el anterior vicepresidente de la Junta. Es un poco dentro de este momento kafkiano.

– Además, Cs ha contratado para una Consejería al ex director de comunicación de la Junta.

– Cosas veredes. Bueno, regenerando con todas sus fuerzas. Si no fuera tan grave, es que tenemos a Cosidó de asesor, nombran asesores a escondidas, siembran dudas e irregularidades sobre la publicidad institucional, sobre los cursos de formación, sobre todo; demonios, de su propia gestión. Y, a la vez, siguen gobernando. No deja de ser surrealista. Nosotros sobre los medios de comunicación seguimos manteniendo la misma posición, tiene que ser un reparto objetivo, transparente y punto.

– ¿Y no será una cortina de humo para mantener un estado de la política, donde lo que hay es una parálisis y están entretenidos con estas zarandajas, como con los aforamientos, que no le interesan a nadie porque no le cambian la vida a nadie?

– Sí, pero eso son un poco las trampas del debate político al que nos quiere llevar la derecha. Nosotros, las iniciativas que presentamos tienen que ver con el blindaje del suelo social, que me parece que eso sí tiene trascendencia para la gente; una ley de cambio climático; una ley del juego, para restringir una actividad que está generando mucho daño sobre todo en barrios humildes; comedores escolares, para luchar contra la pobreza infantil; bajada de tasas universitarias, que nos acaban de votar en contra en el Parlamento; libros de texto gratuitos por fin en toda la Comunidad; políticas de vivienda…

– Hablaba de asesores, ¿realmente se necesitan más asesores con cargo a las Cortes?

– Son cuatro asesores y ha tenido que ver con la especial configuración del grupo mixto.

– Pablo Fernández lo niega y lo rechaza.

– Uno de los componentes del grupo mixto. La actividad política no es fácil en esta Comunidad, es muy difícil si sólo eres uno, como les pasa al grupo mixto, y hay que ser un poco flexible. No le doy más importancia. En fin, cuatro trabajadores, para cuatro grupos y ocho partidos políticos no me parece excesivo. Es que la Junta adoptó un acuerdo secreto para nombrar 14 asesores directos donde han colocado a amigos y a todos los que se ha quedado fuera de las listas electorales.

– Y a alguno más como en el Serla, que está bloqueado porque no han podido colocar al ex diputado de Cs por Zamora.

– Ese ha sido otro magnífico ejemplo de lo bien coordinado que funciona el gobierno.

– Usted dijo que sería beligerante con Madrid, gobernara quien gobernara. ¿Cuándo se forme el gobierno, previsiblemente de Pedro Sánchez, será beligerante con el tema importantísimo de las infraestructuras, porque esta Comunidad tiene empantanadas más infraestructura que ninguna otra?

– No en futuro, en pasado. Es que lo hemos hecho. Tienen razón, queda mucho pendiente. Hay muchas obras empantanadas o ralentizadas o paralizadas. Pero dos cosas: una, para la historia quedará que la mayor inversión, triplicando la de los años de Rajoy, fue la época de Zapatero. Y estos son los datos de licitación de obra pública de la Cámara de Contratistas publicados en el Boletín Oficial del Estado. Por tanto, no presupuestos, BOE y estadísticas de obra pública de la Cámara de Contratistas de Castilla y León, que no son unos rojos peligrosos. Y en ese año y pico, difícil, la mayoría en funciones, pues fíjense, se me ocurren el arreglo de la A-6 en la zona de Benavente, que estaba terrible; la de Salamanca. Creo que han sido en total cinco tramos de la Autovía del Duero, dos terminados, uno a punto de terminar y otros dos recién licitados. Acaba de licitarse un tramo de la A-12 en Burgos, está a punto de acabarse el AVE, que hemos tenido que arreglar el desaguisado del PP que se les cayó un puente, un viaducto entero a la entrada de Burgos, en Frandovínez. Sinceramente creo que sí se ha notado sacar del cajón y poner en marcha otra vez infraestructuras que llevaban siete u ocho años paralizadas. Pero hace falta más, dar un impulso y por eso, también, hace falta un gobierno y unos presupuestos y más inversiones para Castilla y León.

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